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domingo, 25 de septiembre de 2011

Quiero emborrachar mi corazón...

Alcohol: historia, tradición y literatura

Las bebidas alcohólicas ya han sido citadas en Homero, en la Biblia y en numerosos relatos míticos de la cultura de distintos pueblos.
En la mitología griega y la romana, la existencia de un dios del Vino, Dioniso o Baco, habla a las claras de la incidencia de este producto de la naturaleza en la vida de los hombres desde la Antigüedad. El vino constituía así el origen-motivo, y a la vez, el protagonista de las festividades de la mitología occidental.
Era costumbre en los banquetes antes de la velada en que se bebía vino rebajado con agua y otros productos, hacer una libación a Dioniso (a veces también a Apolo y a otros). Y las bacanales se celebraban alrededor de la bebida que originaba dicho festejo.

En la descripción bíblica de los productos agrícolas de la Tierra Prometida, la triada 'cereal, vino y aceite' aparece repetidamente. Estos eran los productos principales de la antigua Palestina, en orden de importancia. El fruto de la vid era consumido fresco (uvas) y seco (pasas), pero ante todo era consumido como vino. De este modo, constituía un alimento importante y no sólo un adorno para un banquete. En este sentido podemos inferir, que la conversión del “pan en cuerpo y  el vino en sangre”, en la religión cristiana, nos habla del “alimento para alma”.

En el Antiguo Testamento (y también en el Nuevo, aunque en menor número) observamos que no sólo se hace mención de su uso sino también de su abuso. Y por ende, sus beneficios y su desgracia, su aceptación a los ojos de Dios y su rechazo. Se entrelazan así referencias de las consecuencias de su ingesta: puede alegrar el corazón del hombre o ser causa de error en su mente, puede ser asociado con la alegría o con la furia, puede usarse para descubrir la vergüenza de Noé o en las manos de Melquisedec honrar a Abraham.


En algunas culturas indígenas era costumbre en las fiestas derramar la primera chicha, bebida obtenida por fermentación del maíz o del algarrobo, sobre los huesos de sus antepasados, entre llanto, gritos y cantos. Habría así una relación entre el alcohol y el anhelo de vivificar o “volver a la vida a los muertos”. En los versos de una canción folclórica de nuestro país está presente esta idea: “Si el vino viene,/ viene la vida/  (…) que me entierren al alba, /regao de vino mi tumba”.

Las propiedades medicinales del alcohol que el folclore popular ha dejado bien presente, las encontramos en frases comoel vino abre el apetito", "el vino da sangre, el vino da fuerza, e incluso, "el vino ayuda a hacer la digestión”. 
Por otra parte, la ingesta de alcohol era (y  lo es todavía en algunos casos) parte del proceso de iniciación del adolescente en el “mundo adulto”, cuando los propios padres u otros mayores invitan el primer vaso con un “ya sos un hombre”. O entre los adolescentes el beber grupalmente, los ubica en un lugar que los asegura como “no más niños”.

Definidas por Freud como “quita-penas”, las bebidas alcohólicas (y otras drogas) facilitan al sujeto poder escapar al peso de la realidad, refugiándose en un “mundo que ofrece mejores condiciones de sensación”, pretendiéndose, a través de la intoxicación que provoca, eludir o aliviar el dolor que el vivir supone.

No es casual que se llame a las bebidas alcohólicas “bebidas espirituosas” al referirse a los efectos. “Animarse” o “levantar el espíritu” indica que quien bebe tiene el anhelo de lograr nuevas fuerzas allí donde el deseo vacila, para convertirse en alguien más animoso o arriesgado, gracias al líquido facilitador de esos estados.
En la literatura, observamos que algunos autores han hecho del alcoholismo una forma de vida artística e incluso materia literaria. Muchos han retratado las alegrías y miserias de su relación con la bebida, ya sea con lirismo y con cruda objetividad.
En el siglo XIX, escritores como Verlaine, Thomas de Quincey, Baudelaire o Dostoyevski, veían en el alcohol -y en las drogas- una manera de expandir el horizonte creativo del artista, liberando los límites de la razón y dándole una libertad creativa nueva. Para algunos autores, la creatividad emanaba libre cuando las limitaciones de la vida diaria eran eliminadas por el efecto del alcohol.
Y del mismo modo, los protagonistas de sus historias están unidos a la bebida en muchos casos para representar el drama del hombre frente a los excesos de la copa.
Sólo voy a citar al “Martín Fierro” de José Hernández, como introducción a lo que nos convoca como de costumbre: el paseo por la literatura tanguera. Y marcando el contexto de la pulpería, donde el alcohol era esencial, para descubrir que lo seguirá siendo en el ideario del cantar popular. La pulpería era el centro de relación y despunte de las diversiones (juego, canto y bebida). Vizcacha, por ejemplo, aconsejaba el alcohol para olvidar: “Cuando la tristeza encuentro, /tomo un trago pa alegrarme: / a mí me gusta mojarme/ por ajuera y por adentro (…)” (Vuelta, v. 2423-2426).
Y en los consejos finales del protagonista, luego de cantar todas sus desventuras, advierte: "Es siempre en toda ocasión, /el trago el pior enemigo./ Con cariño se los digo,/ recuerdenló con cuidado:/ aquel que ofiende embriagado/ merece doble castigo (…)”  

Y el alcohol en el tango…

Por un lado, los motivos que llevan a beber… por el otro, los efectos del alcohol. Y en el medio, el protagonista de las historias de los tangos, frente a una copa.  

Las razones más frecuentes que encontramos en las letras tienen que ver con la necesidad de olvido. Un engaño, un abandono, una vida pasada feliz… O la búsqueda de ese recuerdo. Pero hay otras: el festejo, el brindis, la compañía, la confesión. Imágenes de la vida cotidiana que el tango supo pintar con una acertada y extensa paleta. Y motivos y efectos aparecen como contradictorios en muchos casos. Se bebe para olvidar, y se termina recordando más.  Se bebe para alegrar el corazón y se acaba por profundizar aún más la pena. Beber pa´ no pensar, pa´ borrar un metejón… O para “matar el alma que idiotiza el cerebro”. Estado de embriaguez que al decir de Cátulo Castillo, se padece como “pena sensiblera que da la borrachera”.

En una suerte de complicidad, hombre y trago se funden en definitiva para no sufrir. Y serán el patrón, el mozo, el cantinero/a, el tabernero, el pulpero, el amigo o amigazo quienes acercarán esa copa siendo un cómplice más.

La asociación pena – copa – tango está presente en varias letras, como por ejemplo en el mismo título “Pena, copa y tango” o mencionada en “Che, bandoneón” en los siguientes versos: “Copa a copa, pena a pena, tango a tango,/Embalado en la locura/ Del alcohol y la amargura”.
Veremos entonces en los tangos que seleccioné para esta oportunidad, que el que bebe busca en el trago simplemente “dejar de sufrir”. Ese “quita penas” freudiano, complicidad que el hombre tiene con el alcohol, también aparece en el tango como ese último recurso en el deseo de cambiar de estado, o por un momento, ser otro… “Una lágrima de ron” (La última curda, Cátulo Castillo) parece sacar afuera un dolor que pide a gritos salir de una vez.


Como es ya costumbre, agruparé los tangos en categorías. Y en este caso,  según los motivos o las situaciones que nos muestran al protagonista y el alcohol. Bebidas varias, terminología lunfarda para nombrar al borracho, mujeres y alcohol categorizándolas en una posición social definida, son algunos de los aspectos que observaremos a continuación.
Así que los invito a pasear una vez más por las letras de los tangos, en esta ocasión con un gran número de ejemplos porque el tema así lo impone. En muchos casos, un mismo tango aparecerá en distintas categorizaciones ya que alude a varios tópicos.  Y nos encontraremos luego en las conclusiones finales.




I) Borrachos, bebidas y cafetines

1)   Los borrachos

La terminología lunfarda tiene una variada lista para nombrar el estado de embriaguez y a quien lo padece.
La borrachera será “la curda, el escabio, la curdela, la mamúa, el peludo”, etc. Y el borracho, “el curado, curdela, chupandín, chupado, empinado, encopado, encopetinado, encurdelado, envinado, escabiado, escabiador, mamado”, entre otros.

En los siguientes tangos, observaremos al protagonista en estado de ebriedad o con el fin de alcanzarlo, en un variado conjunto  de voces y sinónimos de un mismo campo semántico. Y en muchos casos ya desde el título mismo, la presentación del tema.


MI VIDA YO LA REVIENTO: Letra: Osvaldo Ramos,  Música: Ernesto Franco:  La gente comenta que soy un perdido/ Que no tengo sueños ni tengo ambición,/ Que paso las noches de copas y amigos/ Quemando mi vida en un mostrador./ Si a nadie hago daño, por qué me critican/ Si vivo mi vida con una ilusión,
Mañana es lejano, vivir es la meta/ Dando en cada trago un poco de amor”.

LA ÚLTIMA COPA: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco Canaro: “Hoy me emborracho por ella/ Y ella quien sabe que hará./ Eche, mozo, más champán/ Que todo mi dolor/ Bebiendo lo he de ahogar...”
LA ÚLTIMA CURDA: Letra: Cátulo Castillo,  Música: Aníbal Troilo: “La vida es una herida absurda/ Y es todo, todo, tan fugaz/ Que es una curda, - nada más -/ Mi confesión.../ (…) Buscando en un licor que aturda,/ La curda que al final/ Termine la función,/ Corriéndole un telón, al corazón...
LLORÉ COMO UN PIBE: Letra: José Lorenzo Davico, Música: Adolfo Iglesias: Perdonen muchachos, si vengo borracho/ No es mi costumbre el tomar de más,/ Es una amargura que tengo aquí adentro/ Y de alguna forma la quiero quemar.
QUÉ TARDE QUE ES: Letra: Aníbal Marconi,  Música: Osvaldo Sobrero: “Cuando llego en curda, llorando me besa,/ Y busca consuelo para mi dolor./ Quisiera decirle que no sufra más/ Por su hijo querido, total ya pasó,/ Pero no, no puedo, no encuentro palabras/ Y vuelco mi rabia en noches de alcohol.
DE PURO CURDA: Letra: Abel Aznar,  Música: Carlos Olmedo: No tengo un mal recuerdo que me aturda/ No tengo que olvidar una traición,/Yo tomo porque sí... ¡De puro curda!/ Pa´ mí es siempre buena la ocasión./ (…) ¡Me gusta... y por eso, le pego al escabio!/ A nadie provoco, ni obligo jamás,/ Y al fin, si tomando yo me hago algún daño/ Lo hago conmigo... ¡De curda nomás!
AMURADO: Letra: José De Grandis,  Música: Pedro Maffia y Pedro Láurenz: Cuántas noches voy vagando, angustiado, silencioso,/ Recordando mi pasado con mi amiga, la ilusión/ Voy en curda, no lo niego, que será muy vergonzoso,/ Pero llevo más en curda, a mi pobre corazón”.
 ANOCHE ESTABA CURDA: Letra y música: Charlo: Anoche estaba muy curda/ Por eso hablé tantas cosas, / Te dije de mis tristezas, mis penas /Que ya son cosas muy viejas./ Anoche estaba tan curda/ Que se escapó desde lo hondo un gemido,/ Del llanto triste, cansado, escondido/ Que llevo en el corazón.
CUENTO CRIOLLO:  Letra: Salvador Granata, Música: Orlando Romanelli: Dejaron en silencio, de pronto, aquel lugar,/ Y sólo quedó un hombre, borracho en el salón/ De voz aguardentosa y de mirar tristón./ “Bebamos camarada, me dijo, un trago más/ Y escúcheme un momento, lo que le voy a hablar”.
EL ENCOPAO: Letra: Enrique Dizeo, Música: Osvaldo Pedro Pugliese: “Me dicen “el encopao”.../ Los que no saben lo que me ha pasao,/ Y me ven hecho un cualquiera/ ¡Que digan lo que digan/ que ya no me hace mella!/ Me llaman “el encopao”.../ Como si el que anda así, pierde el honor/ Y no saben que el que mata/ Su rabia entre unas copas/ Tiene su razón”.
DE A TRAICIÓN : Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Charlo: ¡Cha´ que otario que soy!, Cuando una copa/ Me remoja el garguero y te hace burlas,/ Enseguida se nota que andás curda/ Quedate, corazón, quedate en paz”.
A REMOLQUE: Letra y música: Delmiro Máximo Pereyra y Antonio Polito: “Con el “chefún” sobre la oreja echado/ Y con un aire de loco y matón,/ Va por la calle un taita encordelado/ Tocando puerto a todo bodegón./ Le pega al “drogui” en cuanto se levanta
Y triste fin el pobre ha de tener,/ Él se la piya por una percanta/ Que no ha sido fiel a su querer./ (…) Como era cruel la bronca que ligó,/ Mató su pena con siete ginebras/ Y de allí, curdela se volvió”.
EL VINO TRISTE: Letra: Manuel Romero, Música: Juan D´Arienzo: “Es que ya se ha muerto todo lo que existe/ Y entre copas quiero matar mi rencor,/ Siempre estoy borracho desde que te fuiste/ Siempre estoy borracho... pero es de dolor”.
EMPINAO: Letra: Rubén Néstor Garello, Música: Raúl Miguel Garello y Ernesto Guillermo Baffa: “Empinao.../ De noche y misterio/ De humo y alcohol./ Descubrís la canción escondida/ En las viejas mesas/ Del gris bodegón./ Empinao.../ Pa´ tu bulín reo/ Silbando te vas./ Veredas vacías/ Una calle sola,/ Ventanas dormidas/ Que esperan el sol”.
REY DE COPAS: Letra: Jerónimo  Félix Martinelli  Massa e Ismael R. Aguilar, Música: Fausto Frontera: Como un bostezo del barrio pobre/ Abrió sus puertas, el bodegón,/ Y el parroquiano de todas las mañanas/ En ancas de un: “¡Buen día!”, un trago demandó./ Es el de siempre, que apenas abren/ Con una caña saluda al sol,/ El “rey de copas”, el clásico borracho,/ Que en todas las esquinas palpita un mostrador”.
UN BOLICHE: Letra: Tito Cabano,  Música: Carlos Acuña: “Un boliche como tantos, una esquina como hay muchas,/ Un borracho que serrucha su sueño de copetín,/ Hay un “tira” que se asoma, una copa sin monedas./ (…) Y acodado sobre el mármol, agarrado como un broche/ Un curda que noche a noche, se manda su confesión”.
BIEN DEBUTE: Letra: Norberto Aroldi,  Música: Juan José Paz: Dicen que atorro de vicio/ Que soy un vago “a la gurda”,/ Y que le pego a la curda/ Pa´ borrar un metejón”.
CAMARERA: Letra: Sanguinetti, Música: Zapata: Sirva otra vuelta que a este borracho/ Poco le falta para morir,/ Sufro de amores, plaga del mundo/ Sólo beodo, puedo vivir./ Sé positivo que me suicido/ Que me enveneno con el alcohol,/ Pero bebiendo sólo halla olvido/ Y hasta sonríe, mi corazón”.
BORRACHO PORQUE DIGO LA VERDAD: Letra: Homero Manzi,  Música: Francisco Canaro: “ Tal vez no hay más remedio que quemar en cada vaso, /La sombra del fracaso con el fuego del alcohol./ Borracho... borracho.../ No sigan muchachos/ Que a mí me llaman borracho/ Porque digo la verdad./ (…) Y llorando contra el suelo/ Mi desvelo.../ Vio la estrella del consuelo/ En el charco del alcohol”.
EBRIO: Letra: José Rial (h.), Música: Rafael Rossi: Embriagándome la vida/ Recorro los bodegones,/ Quiero buscar distracciones/ Para mi imaginación./ Pero su imagen maldita/ Está tan en mi memoria,/ Que para olvidar su historia/ Necesito mucho alcohol.
EL CURDELA: Letra: Jorge Alfredo Luque Lobos, Música: Juan Maglio: En las mesas de las tabernas/ Emborracho yo mi tristeza,/ Que como flores en la malezas/ Poquito a poco muriendo va./ Y el curdela me llaman todos/ (…) Traigan otro pernod / Que quiero embriagarme,/ Y riendo lloro al reír,/ Loco de dolor/ Y harto de sufrir”.
VIEJO CURDA: Letra: José De Grandis,  Música: Guillermo Desiderio Barbieri: “Viejo curda, tiene visto tantas noches,/ Embriagado entre unos cuantos parroquianos,/ Siendo escarnio de esos hombres inhumanos/ Que se rieron, sin fijarse en tu aflicción./ Viejo curda, tiene visto tantas noches,/ Con un vaso entre sus manos temblorosas,/ Meditando, sabe Dios, qué tristes cosas/ Que agobiaban a tu pobre corazón”.
CONSEJOS REOS: Letra: Celedonio Esteban Flores, Música: Carlos Acuña  y Carlos Mayel:  “Mamate de vez en cuando, / Que eso no es ningún pecado,/ Pero hay que saber mamarse/ Como hay que saber jugar”.
TIENE RAZÓN, AMIGAZO: Letra: Enrique Dizeo, Música: Alfredo Calabró: Hay quien se embriaga por vicio/ No lo dudo, lo sé bien,/ Pero siempre, casi siempre,/ La culpa de lo que somos/ La tiene alguna mujer./ Y yo soy uno de aquellos/ Que padece de ese mal”.
TOMÁ CUANTO QUIERAS: Letra: Abel Aznar,  Música: Arturo Gallucci: “Tomá cuanto quieras, sacáte las ganas/ De andar bien en curda por un mal querer,/ Hablá cuanto quieras, decí mil pavadas/ Contales a todos, tus cosas de ayer./  (…) Sacáte las ganas... Tomá cuanto quieras/ Si es un consuelo pa´  tu corazón,/ Metido en vos mismo... ¡No hablés!, ¡Si vieras!/ Si vieras los curdas, qué otarios que son”.
CÓMO SE MIENTE: Letra: Abel Aznar,  Música: Rubén Sosa: “Si el amor es un cacho de luz/ Cuando quise alumbrarme la zurda,/ La mentira me puso una cruz/ Y del engaño, me hundí en la curda”.
SENTIMIENTO GAUCHO: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco y Rafael Canaro: “En un viejo almacén del Paseo Colón/ Donde van los que tienen perdida la fe,/ Todo sucio, harapiento, una tarde encontré/ A un borracho sentado en oscuro rincón./ (…) Y él entonces me hizo esta cruel confesión/ Ponga, amigo, atención”.
ESTOY BORRACHA: Letra: Luis Rubistein, Música: Anselmo Alfredo Aieta: “Patrón, eche vino, le asusta mi cara/ Soy fea, muy fea, causo repulsión,/ Por eso es que bebo, el vino me embriaga/ Y calma la llaga de mi corazón./ No se asombre si me ve en este estado/ Es cierto, estoy borracha y qué hay con eso,/ O acaso porque soy mujer no puedo/ Embriagarme en la ilusión de muchos besos”.
SIGA LA FARRA: Letra y música: Pascual De Luca: “Siga la farra, que quiero emborracharme/ Beber de un trago, todo este licor,/ Y ver si así, al fin, puedo quitarme/ Esta amargura de mi corazón./ (…) Quiero embriagarme, de tango y de champagne”.
MI NOCHE TRISTE: Letra: Pascual Contursi, Música: Samuel Castriota: “Que vos eras mi alegría/ Y mi sueño abrasador./ Para mí ya no hay consuelo/ Y por eso me encurdelo/ Pa´ olvidarme de tu amor”.
Una Canción: Letra: Cátulo Castillo,  Música: Aníbal Troilo: “Y en el frío de esta mesa/ Vos y yo: los dos en curda.../ ¡Los dos en curda!.../ Y en la pena sensiblera/ Que me da la borrachera/ Yo te pido, cariñito,/ Que me cantes como antes/ Despacito... despacito.../ Tu canción una vez más...”.
TANGO EN CURDA: Letra: Rodolfo M. Tabeada,  Música: Mariano Mores: “En curda.../ En curda, el de la zurda,/ Va buceando su sermón/ En un rincón del bodegón,/ Entre nieblas de ron./ ¡Mira!/ Igual que aquel fantoche/ Que saltó sobre el mantel,/ Soy tan sólo, un bufón/ Que llora su papel”.
IVETTE: Letra: Pascual Contursi, Música: Augusto Pedro Berto: “A la puerta de un boliche/ Un bacán encurdelado,/ Recordaba su pasado/ Que la china lo dejó”.
CÓMO SE PIANTA LA VIDA: Letra y música: Carlos Viván: “Mi copa bohemia de rubia champaña/ Brindando amoríos borracho la alcé,/ Mi vida fue un barco cargado de hazañas/ Que junto a las playas del mal, lo encallé”.
EL CURDA: Letra y música: F. F. García,  Francisco Lafémina  y J. Hache: ¿Qué importa que digan que soy curda viejo?/ ¿Qué importa que charlen, que borracho soy?/ Si nadie en la vida me tendió una mano,/ Y mi confidente fue siempre el alcohol.
ESTA NOCHE ME EMBORRACHO: Letra y música: Enrique Santos Discépolo: “Este encuentro me ha hecho tanto mal/ Que si lo pienso más/ Termino envenenao./ Esta noche me emborracho bien,/ Me mamo ¡Bien mamao!/ Pa´ no pensar.
PARA EL FINAL: Letra: Jorge Moreira: Y vendrán hombres de estaño, que fueron mis confidentes/ Cuando pa´ olvidar amores, busqué embriagarme de alcohol,/ Pa´ batirles que si en curda, les contaba mis fracasos/ Traté de olvidar a aquella, que tan fiero me falló”.
CADA VEZ QUE ESTOY EN CURDA: Letra: Bartolomé Bernardo Salas, Música: Alfredo Attadía: “Cada vez que estoy en curda,/ Nebulosa, gris y absurda/ Que exagera la verdad./ Hay un rincón en penumbra,/ Que mis recuerdos alumbra/ Con alcohol de soledad./ Cada vez que estoy en curda,/ Y me apura el de la zurda/ Con un reclamo de amor”.
COMO LUCES DE BENGALA: Letra: Juan Bautista Abad Reyes, Música: González Prado: “Yo no quiero ni irla de otario o vejete consejero/ La verdad es pa´ mí tan sólo, una copa pa´ escariar”.
FRENTE AL ESTAÑO:  Letra: Abel Aznar,  Música: Manuel Sucher:  El mismo color de pena,/ Distinto color de alcohol,/ Con una misma condena,/ En curda de sol a sol./ El mismo color de pena,/ Distinto color de alcohol,/ Sabiendo cómo envenena,/ Queremos la copa llena.../ Mozo... ¡Vino y whisky para dos...!”.
LO QUE VOS NO SABÉS: Letra: Juan B. A. Gatti,  Música: José Raúl Iglesias: “Sabrás lo que es dar y ligar un buen póker de ases/ En un club bacán./ Pero armar con los muchachos un codillo de almacén/ Y escabiarse en su despacho medio troli de vinacho.../ Eso vos no lo sabés”.
TABERNERO: Letra: Raúl Héctor Costa Olivieri, Música: Miguel Cafre y Fausto Frontera: “ Cuando me veas borracho/ Canturreando un tango obsceno,/ Entre blasfemias y risas/ Armar camorra a los ebrios./ ¡No me arrojes a la calle!/ Buen amigo tabernero,/ Ten en cuenta que me embriago/ Con tu maldito veneno!/ (…) Todos los que son borrachos/ No es por el gusto de serlo,/ Sólo Dios conoce el alma/ Que palpita en cada ebrio”.
 UN COPETÍN: Letra: José Fernández Perrusine,  Música: Juan Maglio: El recordar me apena,/ Que ya los tiempos / No son más aquellos de antes./ Por eso es que me emborracho,/ A ver, ¡Che mozo!/ Traiga otro copetín”.
LOS DOPADOS: Letra: Raúl Doblas y Alberto T. Weisbach, Música: Juan Carlos Cobián: “Pobre piba, entre dos copas/ Tus amores han logrado,/ Triste hazaña de un dopado/ Que hoy festeja el cabaret./ Ya no sufres, ya no sientes/ El champán mató tu almita,/ Y en tu pecho no palpita/ Ni nostalgia ni tristeza/ Por lo que fue”.
LOS MAREADOS: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Juan Carlos Cobián: “Esta noche, amiga mía/ El alcohol nos ha embriagado,/ Qué me importa que se rían/ Y nos llamen los mareados./ Cada cual tiene sus penas/ Y nosotros las tenemos,/ Esta noche beberemos/ Porque ya no volveremos/ A vernos más”.


2) Las distintas bebidas

Varios tipos de bebidas alcohólicas aparecen en los tangos. El vino, el champán, la caña, el licor y la ginebra son los más nombrados. Pero se suman otras que enriquecen aún más esta lista de líquidos embriagadores. Si bien el vino aparece como tal, también es nombrado por su variedad, como el semillón, el quebracho o el chateau. El anís, asimismo aparece como pernod o pernó. Y la lista se extiende al whisky, el ajenjo, la grapa, el fernet, el gin fizz, el pippermint y el jerez o jerezano.

Si bien en la mayoría de los tangos se caracteriza a la bebida por el efecto directo que produce en quien lo bebe, es interesante observar en algunos casos el uso de la adjetivación. Nos hablaría así del grado afectivo que tiene el protagonista con su compañero, el trago. “Vino triste, turbio vino, rubia champaña o rubio champán, caña amarga, ginebra aburrida” son algunos de los ejemplos. Vamos entonces a recorrer los tangos en que aparecen.

IVETTE: Letra: Pascual Contursi, Música: Augusto Pedro Berto: “Entre los humos de caña/ Retornan a su memoria,/ Esas páginas de historia/ Que su corazón grabó”.
CUANDO LLORA EL CORAZÓN: Letra: José Fernández Perrusine,  Música: Juan Maglio: Quisiera quemar/ Con veneno, ¡Patrón!,/ Ya que mi corazón cedió./ Pulpero, sirva más caña”.
EL VINO TRISTE: Letra: Manuel Romero, Música: Juan D´Arienzo: “Dicen los amigos que mi vino es triste/ Que no tengo aguante ya para el licor,/ Que soy un maleta que ya no resiste/ De la caña brava ni el macho sabor”.
SEGUÍ MI CONSEJO: Letra: Eduardo (Salvador) Trongé, Música: Salvador Merico: “¡Piantale a la leche, hermano, que eso arruina el corazón!.../ Mandate tus buenas cañas, hacete amigo del whisky/ Y antes de morfar, rociate con unos cuantos pernós”.
LO QUE FUISTE: Letra: Francisco García Jiménez, Música: Rafael Tuegols: “Desparramando audaces, un brillo que fascina/ En noches de morfina, de póker y champán”.
LO QUE VOS NO SABÉS: Letra: Juan B. A. Gatti,  Música: José Raúl Iglesias: “Vos sabrás lo que es la papa de una vida a todo tren/ Con sus farras que destapan el mejor champán francés,/ Sabrás lo que es dar y ligar un buen póker de ases/ En un club bacán./ Pero armar con los muchachos un codillo de almacén/ Y escabiarse en su despacho medio troli de vinacho.../ Eso vos no lo sabés”.
LOS DOPADOS: Letra: Raúl Doblas y Alberto T. Weisbach, Música: Juan Carlos Cobián: “El champán mató tu almita,/ Y en tu pecho no palpita/ Ni nostalgia ni tristeza/ Por lo que fue”.
NO TE APURES, CARABLANCA: Letra: Carlos Bahr,  Música: Roberto Garza: Caña en la pena/ Llama que me abrasa,/ Mal que no remedia/ Pena que se agranda./ Siempre lo mismo:/ Voy, para olvidarla/ Y entre caña y caña/ La recuerdo más”.
LOS MAREADOS: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Juan Carlos Cobián: “Rara. Como encendida/ Te hallé bebiendo, linda y fatal./ Bebías, y en el fragor del champán/ Loca, reías, por no llorar”.
EMPINAO: Letra: Rubén Néstor Garello, Música: Raúl Miguel Garello y Ernesto Guillermo Baffa: “Borrás con tres vasos de tinto, tu pena/ Huís de las luces que quieren herir/ Y hundís a tu sombra, que ya tiene sombras/ En la semisombra de un bar todo gris”.
MUÑECA BRAVA: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Luis Visca: Che, madam, que parlás en francés/ Y tirás el dinero a dos manos,/ Que cenás con champán bien frappé/ Y en el tango enredás tu ilusión...                            
COPA DE AJENJO: Letra: Carlos Pesce, Música: Juan Canaro: “Y en esta copa de ajenjo/ En vano pretendo mis penas ahogar./ Suena tango compañero,/ Suena que quiero llorar./ (…) Sirva otra copa de ajenjo/ Que a nadie le importa si quiero tomar”.
TANGO EN CURDA: Letra: Rodolfo M. Tabeada,  Música: Mariano Mores: “En curda, el de la zurda,/ Va buceando su sermón/ En un rincón del bodegón,/ Entre nieblas de ron”.
MURMUYOS: Letra: Juan Carlos Patrón, Música: Froilán Aguilar: “Sólo la caña los domina/ Y se los lleva al trote en ancas,/ Por eso siempre tiene sed/ De caña mi alma, pa´ apagar/ La voz que llega del pasao...”.
BIEN FRAPPÉ: Letra: Héctor Marcó,  Música: Carlos Di Sarli: “¡A ver mozo! Traiga y sirva/ Caña fuerte, grapa o whisky/ ¡Bien frappé!”.
FRENTE AL ESTAÑO: Letra: Abel Aznar,  Música: Manuel Sucher: Usted toma whisky y yo tomo vino,/ Distinto es el gusto, distinto el color,/ Qué importa que tengan un mismo destino/ Llegar hasta el alma y ahogar un dolor./ (…) El mismo color de pena,/ Distinto color de alcohol,/ Sabiendo cómo envenena,/ Queremos la copa llena.../ Mozo... ¡Vino y whisky para dos...!”.
LA ÚLTIMA COPA: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco Canaro: “Eche amigo, nomás, écheme y llene/ Hasta el borde la copa de champán,/ Que esta noche de farra y alegría/ El dolor que hay en mi alma quiero ahogar./ (…) Eche, mozo, más champán/ Que todo mi dolor/ Bebiendo lo he de ahogar...” .
LA ÚLTIMA CURDA: Letra: Cátulo Castillo,  Música: Aníbal Troilo: “Lastima, bandoneón, mi corazón,/ Tu ronca maldición maleva.../ Tu lágrima de ron, me lleva/ Hasta el hondo bajo fondo/ Donde el barro se subleva./ (…) ¡Ya sé que te lastimo!/ ¡Ya sé que te hago daño!/ Llorando mi sermón de vino./ Pero es el viejo amor/ Que tiembla, bandoneón.../ Buscando en un licor que aturda,/ La curda que al final/ Termine la función,/ Corriéndole un telón, al corazón...”.
LLORÁ HERMANO: Letra: Augusto Espinosa, Música: Enrique Lomito: “Suene un tango triste,/ Corra más “champán”,/ Lloren esos “fueyes” / Las penas todas en un “gotán”./ (…) Matando las penas/ Entre la milonga,/ Los tangos y el “champán”.
WHISKY: Letra y música: Héctor Marcó: “¡No es de este siglo llorar/!¡Vamos, mandáte otro whisky /!Total, la guadaña nos va a hacer sonar”.
ZORRO GRIS:   Letra: Francisco García Jiménez, Música: Rafael Tuegols: “Al fingir carcajadas de gozo/ Entre el oro fugaz del champán,/ Reprimías adentro del pecho/ Un deseo tenaz de llorar”.
CÓMO SE PIANTA LA VIDA: Letra y música: Carlos Viván : “Mi copa bohemia de rubia champaña/ Brindando amoríos borracho la alcé,/ Mi vida fue un barco cargado de hazañas/ Que junto a las playas del mal, lo encallé”.
BRUMAS: Letra: Enrique Cadícamo, Música: Juan D´Arienzo: Todo ha quedado en el recuerdo mío/ Tras una espesa y cruel cortina gris,/ Intensa inquietud... champán y amor.../ Ésa fue mi juventud...”.
DESTELLOS: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco Canaro: Para ahogar hondas penas que tengo/ Que me matan y que no se van,/ Yo levanto temblando en mis manos/ Esta copa de rubio champán./ (…) Y es por eso que, amigos, invito/ Bebamos, me quiero aturdir con champán”.
¡PERO… QUÉ SUERTE!: Letra y música: Andrés Gregorio Chinarro, Osvaldo Ferri y Mario Bustos: Qué ganas de mandarme tres ginebras/ Y ponerme así alegrón, como en mis tiempos,/ Olvidar lo que a tu lado yo sufrí/ Por un contrato legal y un casamiento”.
POR LA VUELTA: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: José Tinelli: “Tu copa es ésta y la llenaste/ Bebamos juntos, viejo amigo.../ Dijiste mientras levantabas/ Tu fina copa de champán.../ (…) Tu copa es ésta, y nuevamente/ Los dos brindamos “por la vuelta”,/ Tu boca roja y oferente/ Bebió en el fino bacará”.
UNA COPA MÁS:  Letra: Carlos Bahr, Música : Manuel Ceferino Flores y Fidel Pintos: “Del fondo de una copa pesco sueños/ Afuera, llueve y llueve sin cesar,/ La copa de licor y tu recuerdo/ Me han puesto el corazón sentimental./ Anima el carillón la medianoche/ (…) Sigamos corazón, pescando sueños/ Del fondo de una copa de licor”.

EL VINACHO: Letra: Julio P. Navarrine,  Música: José Razzano: Nunca tratés de fallar/ Las reglas del bebedor,/ Y arrimado a un mostrador/ Yo te aconsejo, muchacho:/ Hay que prenderse al vinacho/ Cuanto más tinto mejor...!/ (…) El whisky es pa´ los ingleses/ Y el chateau para el “dotor”/ Pa´ las chicas, el licor/ Y la grapa pa´ l borracho,/ Vos prendétele al vinacho/ Cuanto más tinto mejor...!/ Dicen que el fernet es muy bueno/ Pa´ l que siente algún dolor,/ La cerveza pa´ l calor/ Leche fresca pa´ l muchacho,/ Vos prendétele al vinacho/ Cuanto más tinto mejor...!/ Si en vez de una payada/ Toma ginebra el cantor,/ El comisario, el “dotor”/ Despreciala sin empacho,/ Vos prendétele al vinacho/ Cuanto más tinto mejor...!”.
ESTOY BORRACHA: Letra: Luis Rubistein, Música: Anselmo Alfredo Aieta: “Patrón, eche vino, le asusta mi cara/ Soy fea, muy fea, causo repulsión,/ Por eso es que bebo, el vino me embriaga/ Y calma la llaga de mi corazón./ (…) Busco olvido a mi fealdad en turbio vino/ Ya no quiero ir llorando mis negras penas”.
BURBUJAS: Letra: Cátulo Castillo,  Música: Carlos Figari: Burbujas,/ De lejanas noches brujas/ Que en las olas desdibujas.../ Burbujas,/ De champán y de quimeras/ Borboteando pasajeras...”.
GÓLGOTA: Letra: Francisco Gorrindo,  Música: Rodolfo Biagi: No me han dejao más que el consuelo de mis noches,/ De mis noches de bohemia, mezclar sueño con alcohol./ ¡No quiero más!, Me basta estando solo/ Teniendo por amigo a un vaso de licor”.
EL CURDELA: Letra: Jorge Alfredo Luque Lobos, Música: Juan Maglio: En las mesas de las tabernas/ Emborracho yo mi tristeza,/ Que como flores en la malezas/ Poquito a poco muriendo va./ (…) Traigan otro pernod / Que mi carcajada,/ Ronca de tanto llorar,/ Mi pena de amor/ Ya no han de matar”.
CORRIENTES Y ESMERALDA: Letra: Celedonio Esteban Flores, Música: Francisco Pracánico: “Esquina porteña, tu rante canguela/ Se hace una melange de caña, gin fizz/ Pase inglés y monte, bacará y quiniela,/ Curdelas de grapa y locas de pris”.
CABARET:  Letra: Luis César Amadori, Música: Ernesto Famá: “Cabaret.../ Borrachera de alegría,/Que de madrugada/ Se ve disipada/ Por la realidad./ Y marcando alegre ritmo taponazos de champán/ Que subraya la alegría, de los que pueden gastar”.
ABRANSEN LAS PULPERÍAS: Letra: Héctor Marcó,  Música: Ángel D´Agostino y Alfredo Attadía: “Traigan caña, mucha caña/ Que ésta emborracha y no engaña,/ Ella en cambio me mentía/ Y en mis labios se dormía/ Envenenándome el alma”.
A PAN Y AGUA: Letra:  Enrique Cadícamo,  Música: Juan Carlos Cobián: “Como yo, recordarán.../ Esas noches de verbenas.../ Esas noches de alegrías.../ Y este tango que se oía/ Entre copas de champán”.
CÓMO QUERÉS QUE TE QUIERA: Letra y música: Héctor Marcó: “Nunca has probado un quebracho, ni un whisky, ni un semillón./ Cómo querés que te quiera, una pebeta moderna,/ Que busca un muchacho pierna y vos sos un pajarón”.
ACQUAFORTE: Letra: Juan Carlos Marambio Catán, Música: Horacio Pettorosi: “Es medianoche, el cabaret despierta/ Muchas mujeres, flores y champán.../ Va a comenzar la eterna y triste fiesta/ De los que viven al ritmo de un gotán./ Un viejo verde que gasta su dinero/ Emborrachando a Lulú con su champán”.
EN UN RINCÓN DEL CAFÉ: Letra: Francisco Laino, Música: Gabriel Clausi: “Por eso que yo a la mía, sabiendo que mal me engaña/ Vengo a olvidarla con caña, en un rincón del café”.
A REMOLQUE: Letra y música: Delmiro Máximo Pereyra y Antonio Polito: “Vuelta a vuelta sus amigos/ A remolque lo conducen al bulín,/ Él su bronca siempre ahoga/ Con ginebra o pippermint./ (…) Como era cruel la bronca que ligó,/ Mató su pena con siete ginebras/ Y de allí, curdela se volvió”.
TRAGO AMARGO: Letra: Julio Plácido Navarrine, Música: Rafael Iriarte: “Los ojos me lloran... Yo no sé por qué.../ Pues quiero olvidarla, ahogándome en caña/ Y quiero estar cerca, cerquita de usted.../ (…) Y cébeme otro amargo... Y ponga yerba buena/ Que, mientras, yo a la caña le pongo otro bozal...”.
TRAIGA OTRA CAÑA: Letra y música: Antonio Scatasso: “Traiga otra caña quemada/ Que tengo seco el garguero,/ Porque si me acuerdo de ella/ De pena y rabia me muero./ (…) Traiga caña, mucha caña/ Que pa´ mí todo acabó,/ Para qué quiero la vida/ Si mi viejita murió”.
 CAFETÍN: Letra: Homero Expósito,   Música: Argentino Galván: “Allí florece el vino/ La aldea del recuerdo/ Y el humo del tabaco.../ Por los viejos cafetines/ Siempre rondan los recuerdos/ De un país y de un amor...!/ Cafetín.../ En tu vaso de vino,/ Disuelvo el destino/ Que olvido por ti...”.
DE PURO CURDA: Letra: Abel Aznar,  Música: Carlos Olmedo: “¡Ché, mozo! Sirva un trago más de caña/ Yo tomo sin motivo y sin razón,/ No lo hago por amor que es vieja maña/ Tampoco pa´ engañar al corazón./ (…) Si un hombre pa´ tomar un trago ´e caña/ Precisa la traición de una mujer,/ No es hombre, no se cura, no se engaña.../ ¡Es maula p´al sufrir y p´al perder!”.
DEJALA QUE SIGA: Letra: Ray Rada, Música: Edgardo Donato: “Que noche tan negra, qué triste y qué larga/ No pude en la copa dormir mi dolor,/ La caña no es dulce, la caña es amarga/ La caña no mata las penas de amor”.
¡DÉJAME!: Letra: Ivo Pelay,  Música: Francisco Canaro y Mariano Mores: “La sombra de tus ojos.../ El rojo de tus labios.../ El fuego de tus brazos.../ Se funden en el vino con destellos de puñal”.
EL ENCOPAO: Letra: Enrique Dizeo, Música: Osvaldo Pedro Pugliese: “Total, qué le importa a ella/ Que viva como yo vivo,/ Mareao de caña y de recuerdos, noche y día/ Día y noche, por su vida/ Que es mi amor”.
DÉJAME VIVIR LA VIDA: Letra: Francisco García Jiménez, Música: María Isolina Godard: “Bella mentira es la que dé/ Unos minutos de placer.../ ¡Copas de vino y bocas rojas!/ ¡Que luego den congojas/ y apaguen hoy, mi sed!...”.
CAFETÍN DEL BARRIO POBRE: Letra y música: Sergio Sosa: “Corre el vino, la ginebra,/ El anís y el jerezano,/ Mientras llora una guitarra/ Y suspira un bandoneón./ (…) Yo también, como otros muchos/ Cafetín del barrio pobre,/ Si en el alma hay amargura/ Bebí tinto con tesón”.
SIGA LA FARRA: Letra y música: Pascual De Luca: “Siga la farra, que quiero emborracharme/ Beber de un trago, todo este licor,/ Y ver si así, al fin, puedo quitarme/ Esta amargura de mi corazón./ Vamos muchachos, arrímense a mi lado/ Y con el vino matemos el pesar,/ Quiero olvidar mi amor desventurado/ Quiero embriagarme, de tango y de champagne”.

CHE, BANDONEÓN: Letra: Homero Manzi,  Música: Aníbal Troilo: “Esas ganas tremendas de llorar/ Que a veces nos inundan sin razón,/ Y el trago de licor, que obliga a recordar/ Si el alma está en “orsay”, che, bandoneón”.
CAÑA: Letra: Enrique A. Esviza y Julián Araujo, Música: Enrique A. N. Mónaco: “¡Caña...!/ Con tu líquido que quema,/ Voy arrastrando mis penas/ Y soportando el dolor.../ ¡Caña...!/ Dicen que sos un veneno,/ La vida sí que es veneno/ Si no la alienta un amor...”.
ECHE MÁS CAÑA, PATRÓN: Letra: Roberto Torres, Música: Juan Miguel Rodríguez: “Patrón, sirva mucha caña/ Para olvidar a la ingrata,/ Sirva caña que ella mata/ Las penas del corazón./ Sirva más caña patrón/ Que borracho he de olvidar,/ Lo inmenso de mi penar.../ ¡Por favor, sirva patrón!”.
ECHE OTRA CAÑA PULPERO: Letra: Alberto Vacarezza,  Música: Enrique Delfino: “Déjeme a mano el porrón/ Sin mezquinar la partida,/ Quiero ver si en la bebida/ Puedo ahogar el corazón./ (…) Y desde el lazo a las riendas,/ Hasta mis últimas priendas/ Por la caña le he de dar...”.
EL BORRACHO: Letra: Miguel Hernández, Música: José Luis Padula: Quiero beber una copa de licor,/ Quiero matar todas estas penas,/ Quiero olvidarme de todo aquel amor/ Que de amargura el alma me llena./ Quiero más vino,/ Quisiera seguir bebiendo”.
BARRA QUERIDA: Letra: César Felipe Vedan, Música: Carlos Alberto Sánchez: “Me voy, compadre, sin rumbo fijo/ Y no sin antes visitar el bodegón,/ Que ayer nos viera siempre reunidos/ Contando hazañas entre copas de pernod”.
MADRUGADA:  Letra y música: Fernando Rolón: “Estoy sentado a mi mesa, oyendo un tango que nadie escucha,/ Casi las cinco de la matina y hay un recuerdo que me hace burla./ En la ginebra aburrida, voy evocando mi vida,/ Y detrás del ventanal, el desfile matinal de los que ganan su pan”.
 TABERNERO: Letra: Raúl Héctor Costa Olivieri,  Música: Miguel Cafre y Fausto Frontera: “Yo quiero matar el alma/ Que idiotiza mi cerebro,/ Muchos se embriagan con vino/ Y otros se embriagan con besos.../ Como ya no tengo amores/ Y los que tuve murieron,/ Placer encuentro en el vino/ Que me brinda el tabernero”.
 BRINDEMOS COMPAÑEROS: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: José Luis Padula: “Quiero entre ustedes/ Mis viejos camaradas,/ Seguir la champañada / Tras la farsa de la vida. / (…) Mientras se suman/ Los rostros olvidados,/ Del fondo de las copas/ Piadosas del champán”.


3) Los lugares que abastecen

La pulpería, el bodegón, el almacén, el bar, el café, el cafetín, el boliche o el cabaret son los escenarios donde el protagonista celebrará su ceremonia de alcohol.
La Pulpería, si bien la ubicamos en el ámbito rural en sus orígenes, apareció más tarde en la Buenos Aires de la Gran Aldea, ciudad que tocaba la pampa. En esa línea difusa entre lo urbano y el campo, se convirtió en centro de abastecimiento y a la vez despacho de bebidas. Le sucedió el Almacén y el Bodegón, manteniendo en esencia sus características.

Por otro lado, el Cabaret, era frecuentado por jóvenes de clase social alta, quienes iban solos o en grupos de amigos, a bailar con las alternadoras o a tratar de seducir a alguna.
Y el tango era allí casi exclusivo. “El Armenonville”, que se inaugura en 1910 creado a imagen y semejanza del parisino, El "Chantecler" (1924), el “Tabaris”, “El Marabú” (1934), “El Casanova” (1931) y el  “Tibidabo”, fijaron la escena para la diversión nocturna de la ciudad. También estaban los cabarets del Bajo, como los de La Boca,  “El Avión” y “Charleston”, con un ambiente pesado y visitado por personajes de la Ribera. En un tango evocador de Enrique Cadícamo,
“Adiós Chantecler”, (compuesto con motivo de su demolición en 1960), podemos sentir ese espacio “bullanguero y cordial”, retratado con afecto y  nostalgia. 

Pero serán el Bar y el Café (o Cafetín) quienes más representen el lugar donde anclará el porteño en su bohemio ritual. Prolongación del hogar, espacio de encuentro y amistad, sitio ineludible de aprendizajes y confesiones, el café es el marco espacial único, melancólico e intimista que puede retratar al auténtico hombre del tango.
 
Aquí van entonces algunos ejemplos de todos estos espacios, donde el protagonista elaborará sus penas, y en este caso, frente a una copa de alcohol.


Eche otra caña pulpero: Letra: Alberto Vaccarezza, Música: Enrique Delfino: “Patrón de la pulpería/ por favor eche otra caña./ Déjeme a mano el porrón/ sin afilar la partida/ quiero ver si en la bebida/ puedo ahogar el corazón”.
ABRANSEN LAS PULPERÍAS: Letra: Héctor Marcó,  Música: Ángel D´Agostino y Alfredo Attadía: “Abransen las pulperías/ Que aquí llega el chino Palma,/ Con la sentencia en el alma/ Y una mancha en su facón./ (…) Traigan caña, mucha caña/ Que ésta emborracha y no engaña,/ Ella en cambio me mentía/ Y en mis labios se dormía/ Envenenándome el alma”.
SENTIMIENTO GAUCHO: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco y Rafael Canaro: “En un viejo almacén del Paseo Colón/ Donde van los que tienen perdida la fe,/ Todo sucio, harapiento, una tarde encontré/ A un borracho sentado en oscuro rincón”.
EMPINAO: Letra: Rubén Néstor Garello, Música: Raúl Miguel Garello y Ernesto Guillermo Baffa: “Empinao.../ De noche y misterio/ De humo y alcohol./ Descubrís la canción escondida/ En las viejas mesas/ Del gris bodegón./ (…) Relumbrón de fasos de algún bar abierto/ De nuevo la “cheno”, te quiere atrapar,/ Embalurdamiento del vivir sin vento/ Un vaso de tinto, dirá la verdad”.
CAFETÍN: Letra: Homero Expósito,  Música: Argentino Galván: Allí florece el vino/ La aldea del recuerdo/ Y el humo del tabaco.../ Por los viejos cafetines/ Siempre rondan los recuerdos/ De un país y de un amor...!/ Cafetín... En tu vaso de vino,/ Disuelvo el destino/ Que olvido por ti...”.
BOLICHE: Letra: Atilio Supparo, Música: Emilio J. Brameri: “Un músico errante que al son desafina/ Un tango que siempre dedica “al señor”,/ Y allá, en una mesa, un triste se empina/ Ahogando en un litro, sus penas de amor”.
REY DE COPAS: Letra: Gerónimo Félix Martinelli Massa e Ismael R. Aguilar,  Música: Fausto Frontera: Como un bostezo del barrio pobre/ Abrió sus puertas, el bodegón,/ Y el parroquiano de todas las mañanas/ En ancas de un: “¡Buen día!”, un trago demandó./(…) ¡Qué saben ellos de su tragedia!/ ¡Qué sabe el mundo lo que ha sufrido!/ Por qué pesares ha envejecido/ Sobre el estaño del bodegón”.
DE CAFÉ EN CAFÉ: Letra y música: Edgar Spinassi: “Siento cuando llevo, mi hastío y mi sed/ A la urgente copa de alcohol, que mi herida,/ Se me ha hecho más honda, se me ha hecho más mía/ Desde que ando solo, de café en café”.
UNA CANCIÓN: Letra: Cátulo Castillo,  Música: Aníbal Troilo: “La copa del alcohol hasta el final,/ Y en el final tu niebla, bodegón.../ Monótono y fatal/ Me envuelve el acordeón/ Con un vapor de tango que hace mal”.
UN BOLICHE: Letra: Tito Cabano, Música: Carlos Acuña: “Un boliche como tantos, una esquina como hay muchas,/ Un borracho que serrucha su sueño de copetín,/ Hay un “tira” que se asoma, una copa sin monedas/ Un “punga” que se las toma y una caña sin servir./ (…) Y acodado sobre el mármol, agarrado como un broche/ Un curda que noche a noche, se manda su confesión”.
BAR : Letra: Roberto Vidal, Música: Osmar Maderna: “Algún bar la nombra en una canción/ Se rompe en un vaso toda una ilusión,/ En la oscura mesa que pierde el rincón/ Donde traza el vino, de algún rostro, su dolor./ (…) El bar siempre es el mismo: hollín, humo y alcohol.../ ¡Un triste fondeadero, que alegra el corazón...!”.
CABARET: Letra: Luis César Amadori, Música: Ernesto Famá: “Cabaret.../ Borrachera de alegría,/ Que de madrugada/ Se ve disipada/ Por la realidad./ (…) Y marcando alegre ritmo taponazos de champán/ Que subraya la alegría, de los que pueden gastar”.
DESDE EL BOLICHE: Letra: Sandalio Gómez, Música: Jorge Vidal: Por eso agarré los caños, la caña, la pulpería/ Donde paso todo el día, creyendo que estoy soñando,/ Por la puerta va pasando, el mundo con su esplendor,/ Yo me pego al mostrador, río, canto, bebo y lloro/ Porque he perdido el decoro, ya no soy aquel señor”.
CAFETÍN DEL BARRIO POBRE: Letra y música: Sergio Sosa: “Yo también, asiduamente/ Cafetín del barrio pobre,/ En tu atmósfera viciada/ Por el humo y el alcohol./ He buscado como todos/ En el fondo de una copa,/ Un minuto de inconsciencia/ Que atempere mi dolor”.
NO TE APURES, CARABLANCA: Letra: Carlos Bahr, Música: Roberto Garza: “Me achica el corazón/ Salir del corralón/ Porque me sé perdido./ Me tienta la ilusión/ Que ofrece el bodegón/ Con su copa de olvido”.
EN UN RINCÓN DEL CAFÉ: Letra: Francisco Laino, Música: Gabriel Clausi: “Si son malas las mujeres, cuando los hombres son buenos/ Ellas cambian de terreno, obrando de mala fe,/ Por eso que yo a la mía, sabiendo que mal me engaña/ Vengo a olvidarla con caña, en un rincón del café./ (…) Pero hoy vivo contento, de ella no quiero acordarme/ Por eso vengo a mamarme en un rincón del café”.
CANTINERA (vals): Letra y música: Marsilio Robles: “Canta y brinda en el figón,/ Con tu copa milagrera/ Y embriaga tu corazón”.



II) Los motivos 
En este grupo, aparecen los tangos que nos hablan, por un lado, de la idea de socializar ese hábito del bebedor en soledad, extendiéndolo a la búsqueda de compañía o los efectos que produce con la presencia de alguien más.
 
Y por otro lado, los que pintan al individuo solo frente a la copa, donde la temática es casi exclusivamente el ritual de un hombre que quiere calmar sus penas con la única compañía que ofrece el alcohol.

1)   Beber por placer, para brindar o alegrarse

Este grupo se encuadra en el hábito del beber “circunstancial”. Los brindis constituyen la expresión verbal de deseos compartidos y promesas de futuros venturosos, en ocasiones casi como simple pretexto para seguir bebiendo. Por otra parte, también aparece la idea que el alcohol oficia de facilitador del acercamiento entre quienes circula, al producir rebajamiento de la censura a través de sus efectos embriagadores. Presente está entonces, la idea de bebida estimulante que permite la reducción de represiones y actuar en forma desenvuelta, sin los tapujos propios de su estado "normal", reduciendo tensiones, ansiedad, culpa o vergüenza.

Agruparemos este motivo teniendo en cuenta dos claras finalidades, según sea para compartir alegrías o penas (olvido, traición, etc.). He aquí entonces los ejemplos.

a)   Para compartir las alegrías


GOLOSO: Letra: Arturo Juan Rodríguez, Música: Ludovico Pucciarelli: “Beban compañeros de farra/Alegría del festín soy,/ Estoy en tren y pretendo gozar/Y lo que tengo, feliz lo doy”.
DÉJAME VIVIR LA VIDA: Letra: Francisco García Jiménez, Música: María Isolina Godard: A bailar me lleva esta mujer!/ ¡A beber me invitan al pasar!.../ ¡Cómo voy a hacer/ para no aceptar, / si el vino alegra y tengo ganas de bailar!”
 HACÉ BULÍN: Letra: Mario Cayetano Savino, Música: Héctor Palacios: “Un regio bar/ Con bebidas abundantes,/ Y un stock estimulante/ De música en do menor./ ¡Hacé bulín!/ Y la barra agradecida,/ Lo usará como guarida/ Cuando realice un festín”.
ENTRE COPA Y COPA (milonga): Letra: Héctor Marcó,  Música: Ángel D´Agostino y Alfredo Attadía: Enredao entre las notas/ De una milonga querida,/ Así me paso la vida/ Bailando entre copa y copa”.
MUCHACHOS… SOÑEMOS: Letra y Música: Alberto Félix Ferreira: “Levantemos las copas nuevamente/ Y brindemos por todo lo mejor,/ De ese tiempo feliz de la existencia/ De esas horas de dicha y esplendor./(…) Si las copas nos alegran/ Nos ponemos a cantar,/ ¡Vamos!, Vivamos soñando/ La vida va a continuar”.
DESTINO DE LOS DOS: Letra: Abel Aznar,  Música: Osvaldo Ruggiero: “Quiero, mientras levanto mi copa/ Quiero, por su cariño brindar,/ Quiero, apretando en mi pecho el rencor/ Quiero para ella, cantar…
QUE SE SIRVAN LOS MUCHACHOS: Letra y Música: Francisco Laino y Vicente Salerno: “Que se sirvan los muchachos, que se sirvan/ Que esta noche pago yo,
Que me acepten los amigos/ Porque aquí de vuelta estoy”.
A MÍ NO ME DEN CONSEJOS: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco Canaro  (Francisco Canarozzo): “Me aconsejan que no gaste, que no chupe,/ Que no juegue ni una ficha a la ruleta/ Y que guarde lo que el viejo me dejó,/ Pero yo quiero el escabio y las pebetas,/ ¡Lo demás son fantasías, del poeta Campoamor!
CUMPLEAÑOS: Letra: Jesús Fernández Blanco, Música: Juan Rezzano: “Mas no lloremos como dos niños Bebamos mucho, ¡Quiero reír!,/ Soñar contigo que somos mozos/ Que cumpla veinte... ¡Que soy feliz!/ Por las milongas y cafetines/ Entre locuras y bacanal,/ Toda la noche nos pasaremos/ Igual que antaño... ¡Divina edad...!”
ESTA VUELTA PAGO YO: Letra: José De Gras, Música: Miguel Bonano: Esta noche estoy de fiesta,/ Pidan, beban que yo pago,/ Festejar quiero entre tragos/ Lo que ordena el corazón./ (…) Pidan, beban mis amigos/ Que esta vuelta pago yo”.



b)   Para compartir las penas


TOMO Y OBLIGO: Letra: Manuel Romero, Música: Carlos Gardel: “Tomo y obligo, mándese un trago/ Que hoy necesito el recuerdo matar,/ Sin un amigo, lejos del pago/ Quiero en su pecho mi pena volcar./ Beba conmigo y si se empaña/ De vez en cuando mi voz al cantar,/ No es que la llore porque me engaña/ Yo sé que un hombre no debe llorar”.
NUESTRA PENA: Letra: Roberto Cassinelli,  Música: Jorge Dragone: “Levantemos esta copa de licor/ Y olvidemos que un amor nos engañó,/ Descubramos sin rencor nuestro pasado/ Que en tus manos dejaré mi corazón”.
CUENTO CRIOLLO:  Letra: Salvador Granata, Música: Orlando Romanelli: Bebamos camarada, me dijo, un trago más/ Y escúcheme un momento, lo que le voy a hablar:”.
FANTOCHE DE UN AMOR: Letra: Jacinto Alí, Música: Armando Lacava: “¡Sentémonos!,/ Bebamos un copa,/ Que entone la palabra,/ Que temple el corazón;/ Pues quiero confesarte/ En esta noche,/ Que sólo fui un fantoche/ De aquel mentido amor”.
BARRA QUERIDA: Letra: César Felipe Vedan, Música: Carlos Alberto Sánchez:
“Venga compadre, tomemos mucho/ Que tal vez a mi barrio yo no vuelva nunca,/ Y antes quiero brindar, por mi barra de ayer/ Que nunca volverá”.
ALLÁ EN BUENOS AIRES: Letra: Reinaldo Yiso,  Música: Arturo Gallucci: Tomemos otra copa/ Brindemos por tu viaje,/ No sabés cuánto siento/ Que yo no pueda ir,/ Tal vez mañana mismo/ Mi corazón se apague,/ Mientras tu barco deja/ El puerto triste y gris”.
PULPERO, SIRVA OTRA VUELTA: Letra: Man Kenn, Música: Hermes Peressini: “Pulpero, sirva otra vuelta!/ ¡Paisanos!, Tomen, yo pago,/ Quiero que tomen un trago/ Y me acompañen en mi dolor./ Con la ginebra se ahogan las penas/ Y uno se olvida del corazón”.
El último brindis: Letra y música: Isidro E. Yomha: “Alcen las copas, amigos/ Quiero brindar esta noche,/ No hay en mi pecho un reproche/ Esta noche es Navidad./ Unos brindan por su suerte7 Otros brindan por amores, / Yo brindo por mis dolores/  Que es mi modo de olvidar./ (…) Vengan copas a beber/ Eche mozo otra vez,/ Hasta enervar los sentidos...”.
BEBIENDO CONTIGO: Letra: Carlos Bahr,  Música: Enrique Mario Francini: “Bebe otra copa/ Y asomándote al misterio,/ Donde animan/ Sus fantasmas el alcohol. (…)/ Gusta conmigo/ Del placer que en cada copa,/ Tienta con guiños/ De locura el corazón/ (…) ¡Me gusta beber contigo!/ Sintiendo a tu lado que el alcohol,/ Exaltando la vida con su hechizo/ Nos crea un paraíso, con magia de ilusión”.
LA COPA DEL OLVIDO: Letra: Alberto Vacarezza,  Música: Enrique Delfino: “¡Mozo! Traiga otra copa/ Y sírvase de algo el que quiera tomar,/ Que ando muy solo y estoy muy triste/ Desde que supe la cruel verdad./ (…) ¡Mozo! Traiga otra copa/ Y sírvase de algo el que quiera tomar,/ Quiero alegrarme con este vino/ A ver si el vino me hace olvidar./ ¡Mozo! Traiga otra copa/ Y sírvase de algo el que quiera tomar”.
MI RELATO: Letra y música: Raúl Hormaza,  Bernardo Slipak y Pedro Schemper: “Vengan copas, que yo invito/ Sirva, mozo, a los muchachos,/ Mientras sigo en el relato/ De este drama que hay en mí”.
DOLOR  MILONGUERO  Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Juan Carlos Cobián: Ven a beber que estoy solo,/ Ven, buena amiga, flor nochera,/ Yo soy, un triste calavera/ Vos, una más entre el vaivén./ Ven a embriagarte, yo te invito/ Tal vez también tengas tus penas,/ Tus ojos dicen que sos buena/ Ven, Magdalena del loco cabaret”.
MUCHACHOS, ME VOY: Letra: Carlos V. G. Flores,  Música: Agustín Magaldi – Pedro Noda: Bueno, muchachos, me voy,/ Pero antes de mi partida,/ Quiero aturdir mi amargura/ En el fragor de esta orgía./ Beban, muchachos, que acaso/ Cuando alumbre el nuevo sol,/ Ya estaré lejos llevando/ La muerte en el corazón. (…)/ Por eso, muchachos/ Bebamos que quiero,/ Matar esa pena/ Que siento en mi ser”.
BRINDEMOS COMPAÑEROS: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: José Luis Padula: “Quiero entre ustedes/ Mis viejos camaradas,/ Seguir la champañada/ Tras la farsa de la vida./ Viendo esta noche/ Aquí los cuatro amigos,/ Haremos del olvido/ Las horas del ayer”.
ECHE MÁS CAÑA, PATRÓN: Letra: Roberto Torres, Música: Juan Miguel Rodríguez: “Beban muchachos y olviden/ Las penas del corazón,/ Beban conmigo que quiero/ Olvidar una traición./ La ingrata se fue con otro/ Dejándome abandonado,/ Beban caña, mucha caña/ Haciendo al amor a un lado”.
MI FLOR DE NOCHE: Letra: Silvio Marinucci y Lito Bayardo, Música: Vicente Demarco: “Vamos muchachos... otra vuelta!/ Que mi alma está contenta/ Y yo quiero olvidar./ Todos conocen la mentira/ De esta falsa alegría/ Que en copas quiero ahogar”.
POR LA VUELTA: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: José Tinelli: “Tu copa es ésta y la llenaste/ Bebamos juntos, viejo amigo.../ Dijiste mientras levantabas/ Tu fina copa de champán.../ (…) Tu copa es ésta, y nuevamente/ Los dos brindamos “por la vuelta”,/ Tu boca roja y oferente/ Bebió en el fino bacará”.
POR LOS DOS: Letra: Luis Daniel Uncal, Música: Pastor Cores: “Brindemos,/ Levantemos nuestras copas,/ Y bebamos gota a gota/ La esperanza de olvidar”.
DESTELLOS: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco Canaro: Para ahogar hondas penas que tengo/ Que me matan y que no se van,/ Yo levanto temblando en mis manos/ Esta copa de rubio champán./ Los invito conmigo a beber/ Que bebiendo se habrán de olvidar,/ Los destellos de amores perdidos/ Que suelen los ojos de llanto nublar”.



2)   Beber por causa de un amor
Se ha dicho desde el psicoanálisis, que la relación del bebedor con la copa evocaría la armonía más pura, “como un matrimonio feliz”. Se infiere así que el hecho de recurrir al alcohol para borrar un amor que da dolor, tendría por objeto el deseo de encontrar esa fidelidad o confiada relación que no se obtuvo. De este modo, el trago “compañero” aliviaría la soledad de aquel hombre, reemplazando aquello que se ha perdido.
Tengamos en cuenta que la búsqueda de olvido en estos ejemplos está como motivo o razón primera del deseo de beber. Pero en muchos tangos, veremos que no siempre se alcanza este objetivo, sino el contrario. O que el deseo en realidad es recuperar a la amada a través de la bebida que acerca el recuerdo.
a) Para olvidar un amor
MI NOCHE TRISTE: Letra: Pascual Contursi, Música: Samuel Castriota: “Que vos eras mi alegría/ Y mi sueño abrasador./ Para mí ya no hay consuelo/ Y por eso me encurdelo/ Pa´ olvidarme de tu amor”.
MURMUYOS: Letra: Juan Carlos Patrón, Música: Froilán Aguilar: “Sólo la caña los domina/ Y se los lleva al trote en ancas,/ Por eso siempre tiene sed/ De caña mi alma, pa´ apagar/ La voz que llega del pasao...”.
A VOS QUE FUISTE: Letra: Arturo Palo, Música: Alfredo Antonio Romano y Alberto Celenza: “Vamos muchachos/ Llénenme pronto mi copa,/ Que yo a esa pobre loca/ De mi vida he de borrar”.
A REMOLQUE: Letra y música : Delmiro Máximo Pereyra y Antonio Polito: “Le pega al “drogui” en cuanto se levanta/ Y triste fin el pobre ha de tener,/ Él se la piya por una percanta/ Que no ha sido fiel a su querer./ El espiante de la ingrata/ Le dio vuelta la zabeca,/ Toda su fe muriese/ Sobre la mesa de un almacén./ Y como un gil, al verse abandonado/ Como era cruel la bronca que ligó,/ Mató su pena con siete ginebras/ Y de allí, curdela se volvió”.
BOLICHE: Letra: Atilio Supparo, Música: Emilio J. Brameri: “Un músico errante que al son desafina/ Un tango que siempre dedica “al señor”,/ Y allá, en una mesa, un triste se empina/ Ahogando en un litro, sus penas de amor”.
ALCOHOL Y AMOR: Letra: Barreiros Bazán, Música: Alberto Longo: “Si un tango suena/ Se abre mi herida,/ Pido bebida/ Que arda en mis venas!.../ Y así yo vivo/ Siempre cautivo/ De tu recuerdo/ Que me encadena.../ ¡Loco de pena/ de alcohol y amor!”.
AMARGURA: Letra: Alfredo Le Pera, Música: Carlos Gardel: “Doliente y abatido, mi vieja herida sangra,/ Bebamos otro trago que yo quiero olvidar,/ Pero estas penas hondas de amor y desengaño,/ Como las yerbas malas son duras de arrancar”.
HAY QUE VIVIRLA, COMPADRE: Letra  Héctor Marcó,  Música: Ángel D´Agostino y Alfredo Attadía: Vos que de miedo a reír, casi llorás/ Endurecido ´e rencor,/ Levantá una rubia copa de champán/ Y olvidarás como yo”.
NO TE APURES, CARABLANCA: Letra: Carlos Bahr,  Música: Roberto Garza: “Me achica el corazón/ Salir del corralón/ Porque me sé perdido./ Me tienta la ilusión/ Que ofrece el bodegón/ Con su copa de olvido./ Caña en la pena/ Llama que me abrasa,/ Mal que no remedia/ Pena que se agranda./ Siempre lo mismo:/ Voy, para olvidarla/ Y entre caña y caña/ La recuerdo más”.
LOS DOPADOS: Letra: Raúl Doblas y Alberto T. Weisbach, Música: Juan Carlos Cobián: “Bebe ese olvido que te ofrecen/ Que acallará tu almita herida,/ Y así podrás, embrutecida/ Amar, beber, reír.../ Busca del vicio el triste ensueño/ Bebe el olvido en su veneno,/ Que si el beber hace olvidar/ Será ésa, tu mayor felicidad.
DESTELLOS: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco Canaro: Para ahogar hondas penas que tengo/ Que me matan y que no se van,/ Yo levanto temblando en mis manos/ Esta copa de rubio champán./ Los invito conmigo a beber/ Que bebiendo se habrán de olvidar,/ Los destellos de amores perdidos/ Que suelen los ojos de llanto nublar./ (…) Y es por eso que, amigos, invito/ Bebamos, me quiero aturdir con champán”.
AÑORANZAS: Letra: Daniel López Barreto,  Música: Luis Petruccelli: “Decile así, pa´ mentir,/ Que vos me viste reír/ Que ya me olvidé de ella./ No le digás que hasta hoy/ Viví mezclando el alcohol/ Con las copas de dolor”.
CAMARERA: Letra: Sanguinetti, Música: Zapata. Sirva otra vuelta que a este borracho/ Poco le falta para morir,/ Sufro de amores, plaga del mundo/ Sólo beodo, puedo vivir./ Sé positivo que me suicido/ Que me enveneno con el alcohol,/ Pero bebiendo sólo halla olvido/ Y hasta sonríe, mi corazón”.
LA ÚLTIMA COPA:  Letra: Juan Andrés Caruso, Música : Francisco Canaro: “Eche amigo, nomás, écheme y llene/ Hasta el borde la copa de champán,/ Que esta noche de farra y alegría/ El dolor que hay en mi alma quiero ahogar./(…) Hoy me emborracho por ella/ Y ella quien sabe que hará./ Eche, mozo, más champán/ Que todo mi dolor/ Bebiendo lo he de ahogar.../ Y si la ven/ Muchachos, diganlé,/ Que ha sido por su amor/ Que mi vida ya se fue”.
LA ÚLTIMA CURDA: Letra: Cátulo Castillo,  Música: Aníbal Troilo: “Contame tu condena,/ Decime tu fracaso/ No ves la pena que me ha herido./ Y hablame simplemente/ De aquel amor ausente/ Tras un retazo del olvido.../ (…) Pero es el viejo amor/ Que tiembla, bandoneón.../ Buscando en un licor que aturda,/ La curda que al final/ Termine la función,/ Corriéndole un telón, al corazón.../ (…) No ves que vengo de un país/ Que está de olvido, siempre gris,/ Tras el alcohol...”.
BEBIENDO PARA OLVIDAR: Letra y música: Aníbal Marconi: “Patrón, sirva nomás, no tenga miedo/ Me encurdo y, despacito como entré,/ Me voy sin hacer lío, sólo quiero/ Beber hasta mentirme que todo lo olvidé./ (…) Será mi vida estar solo/ Bebiendo para olvidar,/ Llene nomás esa copa,/ Que así mis penas se van”.
NUESTRA PENA: Letra: Roberto Cassinelli,  Música: Jorge Dragone: “Levantemos esta copa de licor/ Y olvidemos que un amor nos engañó,/ Descubramos sin rencor nuestro pasado/ Que en tus manos dejaré mi corazón”.
NOSTALGIAS: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Juan Carlos Cobián: Quiero emborrachar mi corazón/ Para apagar un loco amor/ Que más que amor es un sufrir.../ Y aquí vengo para eso/ A borrar antiguos besos/ En los besos de otras bocas... (…) Si las copas traen consuelo/ Aquí estoy con mi desvelo/ Para ahogarlos de una vez.../ Quiero emborrachar mi corazón/ Para después poder brindar/ “Por los fracasos del amor”...
PARA EL FINAL: Letra: Jorge Moreira,  Música: Francisco Rotundo y Enrique Inocencio Troncote: Vendrán hombres de estaño, que fueron mis confidentes/ Cuando pa´ olvidar amores, busqué embriagarme de alcohol,/ Pa´ batirles que si en curda, les contaba mis fracasos/ Traté de olvidar a aquella, que tan fiero me falló”.
BIEN DEBUTE: Letra: Norberto Aroldi,  Música: Juan José Paz: Dicen que atorro de vicio/ Que soy un vago “a la gurda”,/ Y que le pego a la curda/ Pa´ borrar un metejón”.
BIEN FRAPPÉ: Letra: Héctor Marcó,  Música: Carlos Di Sarli: “Para arrancarme sus males/ Yo quiero hartarme de alcohol,/ Que estos amores cobardes/ Se prenden al alma/ Y apagan mi sol.../ Y si mi mente se agota/ De tanto y tanto beber.../ Siga llenando mi copa,/ Que es honda y es loca/ La sed de un querer.../ (…) Y hoy, al ver que se resiste/ Busco olvido y quiero whisky/ ¡Bien frappé!”.
COPETÍN, VOS SOS MI HERMANO: Letra: Diego Flores, Música: Andrés Roberto Doménech: “Copetín, vos sos mi hermano/ Vos sos quien me hace olvidar,/ Unos ojos soñadores/ Que aún llorando eran traidores/ Pues mentían su pesar...”.
EL ENCOPAO Letra: Enrique Dizeo, Música: Osvaldo Pedro Pugliese: “Me llaman “el encopao”.../ Como si el que anda así, pierde el honor/ Y no saben que el que mata/ Su rabia entre unas copas/ Tiene su razón./ (…) Total, qué le importa a ella/ Que viva como yo vivo,/ Mareao de caña y de recuerdos, noche y día/ Día y noche, por su vida/ Que es mi amor”.
BORRACHO PORQUE DIGO LA VERDAD: Letra: Homero Manzi,  Música: Francisco Canaro: “Y el gaucho más baquiano no encuentra el rumbo cierto/ Si pisa los pantanos de la desilusión./ Tal vez no hay más remedio que quemar en cada vaso/ La sombra del fracaso con el fuego del alcohol./ (…)Mi desvelo.../ Vio la estrella del consuelo/ En el charco del alcohol./ (…) Mejor es aturdirse mesturando en cada vaso/ La angustia del fracaso y el alivio del perdón”.
TIENE RAZÓN, AMIGAZO: Letra: Enrique Dizeo, Música: Alfredo Calabró: Hay quien se embriaga por vicio/ No lo dudo, lo sé bien,/ Pero siempre, casi siempre,/ La culpa de lo que somos/ La tiene alguna mujer./ (…) Soy como me da la gana/ Desde que perdí su amor,/ Me divierto a mi manera,/ Endulzándome la boca/ Para aliviar mi dolor”.
LA COPA DEL OLVIDO: Letra: Alberto Vacarezza,  Música: Enrique Delfino: “¡Mozo! Traiga otra copa/ Y sírvase de algo el que quiera tomar,/ Quiero alegrarme con este vino/ A ver si el vino me hace olvidar./ ¡Mozo! Traiga otra copa/ Y sírvase de algo el que quiera tomar”.
TOMÁ CUANTO QUIERAS: Letra: Abel Aznar,   Música: Arturo Gallucci: “Tomá cuanto quieras, sacáte las ganas/ De andar bien en curda por un mal querer,/ Contales tu pena, tu amor, tu fracaso/ ¡Si vieras los curdas, qué otarios que son!.../ (…)/ Sacáte las ganas... Tomá cuanto quieras/ Si es un consuelo pa´  tu corazón”.
CAFETÍN: Letra: Homero Expósito,  Música: Argentino Galván: “Allí florece el vino/ La aldea del recuerdo/ Y el humo del tabaco.../ Por los viejos cafetines/ Siempre rondan los recuerdos/ De un país y de un amor...!/ Cafetín.../ En tu vaso de vino,/ Disuelvo el destino/ Que olvido por ti...”.
COPA DE AMARGURA: Letra: Enrique P. Maroni,  Música: Miguel Caló: Por eso es que tomo, buscando el olvido/ Porque en este fuego me quiero quemar,/ A mí me han contado, a alguien le he oído/ Que tomando mucho se puede olvidar./ Copa de amargura, que bebo encantado/ Buscando en tu fondo placer y emoción,/ ¿Por qué no me matas, ya que no has curado/ toda mi tristeza, todo mi dolor?”.
MEJOR ES CALLAR: Letra: Nicolás Pellegrini, Música: Hugo Alberto Marozzi: “Yo quise mucho y no pude olvidar/ Busqué en las copas el recuerdo borrar,/ Todo fue en vano, la vi en el cristal/ Que se burlaba de mí, sin piedad”.
TOMO Y OBLIGO: Letra: Manuel Romero,  Música: Carlos Gardel: “Tomo y obligo, mándese un trago/ Que hoy necesito el recuerdo matar,/ Sin un amigo, lejos del pago/ Quiero en su pecho mi pena volcar”.
TRAGO AMARGO: Letra: Julio Plácido Navarrine,  Música: Rafael Iriarte: “Los ojos me lloran... Yo no sé por qué.../ Pues quiero olvidarla, ahogándome en caña/ Y quiero estar cerca, cerquita de usted.../ (…) No llore, madrecita, no aumente más mi pena/ Y séquese esas lágrimas que me hacen tanto mal.../ Y cébeme otro amargo... / Y ponga yerba buena/
Que, mientras, yo a la caña le pongo otro bozal...”.
TRAIGA OTRA CAÑA: Letra y música: Antonio Scatasso: “Traiga otra caña quemada/ Que tengo seco el garguero,/ Porque si me acuerdo de ella/ De pena y rabia me muero./ Traiga otra caña con pimienta/ Para un hombre que lloró,/ Para poder ir ahogando/ Las penas que siento yo”.
ECHE MÁS CAÑA, PATRÓN: Letra: Roberto Torres, Música: Juan Miguel Rodríguez: “Patrón, sirva mucha caña/ Para olvidar a la ingrata,/ Sirva caña que ella mata/ Las penas del corazón./ Sirva más caña patrón/ Que borracho he de olvidar,/ Lo inmenso de mi penar.../ ¡Por favor, sirva patrón!”.
SIGA LA FARRA: Letra y música: Pascual De Luca: “Vamos muchachos, arrímense a mi lado/ Y con el vino matemos el pesar,/Quiero olvidar mi amor desventurado/ Quiero embriagarme, de tango y de champagne”.
EBRIO: Letra: José Rial (h.), Música: Rafael Rossi: “Embriagándome la vida/ Recorro los bodegones,/ Quiero buscar distracciones/ Para mi imaginación./ Pero su imagen maldita/ Está tan en mi memoria,/ Que para olvidar su historia/ Necesito mucho alcohol”.
MI FLOR DE NOCHE: Letra: Silvio Marinucci y Lito Bayardo, Música: Vicente Demarco: “Vamos muchachos... otra vuelta!/ Que mi alma está contenta/ Y yo quiero olvidar./ Todos conocen la mentira/ De esta falsa alegría/ Que en copas quiero ahogar”.
SIRVA OTRA COPA: Letra: José Rótulo, Música: Arturo Gallucci: “Sirva otra copa pulpero/ Que no quiero recordar,/ Que el amor castiga al hombre/ Y agranda las penas más./ Sirva otra copa, mi amigo/ Y si me ve lagrimear,/ La vida tiene estas cosas/ Cosas que suelen pasar”.
EL BORRACHO: Letra: Miguel Hernández, Música: José Luis Padula: Quiero beber una copa de licor,/ Quiero matar todas estas penas,/ Quiero olvidarme de todo aquel amor/ Que de amargura el alma me llena./ Quiero más vino,/ Quisiera seguir bebiendo,/ Quisiera morir sabiendo/ Que ha muerto aquel amor”.
PENA, COPA Y TANGO: Letra: Manuel Núñez Díaz,  Música: José Basso: “Vana pretensión la de olvidarte,/ Si mi afán por recordarte/ Encurdeló mi corazón./ Burda pantomima del alcohol/ Embriagado y terco en su cristal”.
COPA DE SILENCIO: Letra y música: Tomás Guida: “Bebiendo busco en vano/ Olvidar tu cruel desprecio,/ Y sólo encuentro en tu mano/ Una copa de silencio/ Que me llena de dolor”.
¡PERO… QUÉ SUERTE!: Letra y música: Andrés Gregorio Chinarro, Osvaldo Ferri y Mario Bustos: Qué ganas de mandarme tres ginebras/ Y ponerme así alegrón, como en mis tiempos,/ Olvidar lo que a tu lado yo sufrí/ Por un contrato legal y un casamiento”.
POR LOS DOS: Letra: Luis Daniel Uncal, Música: Pastor Cores: “Brindemos/ Levantemos nuestras copas/ Y bebamos gota a gota/ La esperanza de olvidar”.
EN UN RINCÓN DEL CAFÉ: Letra: Francisco Laino, Música: Gabriel Clausi: “Si son malas las mujeres, cuando los hombres son buenos/ Ellas cambian de terreno, obrando de mala fe,/ Por eso que yo a la mía, sabiendo que mal me engaña/ Vengo a olvidarla con caña, en un rincón del café./ Pero hoy vivo contento, de ella no quiero acordarme/ Por eso vengo a mamarme en un rincón del café”.
El último brindis: Letra y música: Isidro E. Yomha: “Vengan copas a beber/ Eche mozo otra vez,/ Hasta enervar los sentidos.../ Esta noche es el olvido/ Quiero una imagen borrar”.


b) Para recordar un amor o un pasado feliz

IVETTE: Letra: Pascual Contursi, Música: Augusto Pedro Berto: “A la puerta de un boliche/ Un bacán encurdelado,/ Recordaba su pasado/ Que la china lo dejó,/ Entre los humos de caña/ Retornan a su memoria,/ Esas páginas de historia/ Que su corazón grabó”.
MIENTRAS TÚ NO LLEGAS: Letra: Carlos Bahr,  Música: Manuel Sucher: Y así vuelvo a beber y en cada copa/ La vida vuelve a ser color de rosa,/ No duele la ansiedad y el pensamiento/ Se deja acariciar por tu recuerdo./ (…) Soñando ése tu amor, que fue tan mío/ Tu cálida pasión vuelvo a gozar,/ Y quiero beber más, pero ya es tarde/ Están cerrando el bar y allá en la calle/ Habrá que despertar...”.
TANGO Y COPAS: Letra: Carlos Bahr,  Música: Héctor María Artola: La nostalgia pide copas,/ Y las copas piden tangos,/ Venga un tango rezongón,/ Una copa y la emoción/ De evocar el viejo amor”.
SIRVA OTRA COPA: Letra: José Rótulo, Música: Arturo Gallucc: “Sirva otra copa pulpero/ Que me ayude a recordar,/ Pues son muchas primaveras/ Las que voy dejando atrás./ Sirva otra copa, mi amigo/ Y entre charlar y charlar,/ He de contarle a este mozo/ Cosas que suelen pasar”.
MADRUGADA: Letra y música: Fernando Rolón: “Estoy sentado a mi mesa, oyendo un tango que nadie escucha,/ Casi las cinco de la matina y hay un recuerdo que me hace burla./ En la ginebra aburrida, voy evocando mi vida,/ Y detrás del ventanal, el desfile matinal de los que ganan su pan”.
 MÁS ALLÁ DE SU DOLOR : Letra: Abel Aznar,  Música: Donato Racciatti: No me digan nada,/ Por lo que ella era/ Por lo que yo he sido,/ Quiero su recuerdo,/ Siempre junto a mí./ Cómo lo consigo/ Sólo en esta forma,/ Sólo de este modo/ Ella está conmigo,/ Y entre trago y trago/ Puedo darle todo,/ Hasta la ternura/ Que jamás le dí./ (…) Y que en cada trago/ Es un poco de ella,/ Que me va matando”.
UNA COPA MÁS: Letra: Carlos Bahr,  Música: Manuel Ceferino Flores y Fidel Pintos: “Del fondo de una copa pesco sueños/ Afuera, llueve y llueve sin cesar,/ La copa de licor y tu recuerdo/ Me han puesto el corazón sentimental./ (…) Una copa más/ Para el recuerdo/ Que viene a acompañar mi soledad,/ Brindemos corazón por este sueño/ Que entibia nuestra vida una vez más”.
CUENTAS VIEJAS: Letra: Carlos Bahr,  Música: Roberto Garza  y Pablo Rodríguez: “Mientras tomamos un trago/ Recordemos nuestros tiempos.../ Soy feliz... y sin embargo/ Se me atora el corazón./ Es que al volver el pasado/ Se hacen nuevas, cuentas viejas”.
ACORDEÓN DE MARINO: Letra: José Bautista Colombo, Música: Juan Carlos Comitini: “Viajando a la deriva/ En busca de su amor,/ Va llevando la herida/ Que sangra y es dolor./ Busca siempre entre copas/ Del sucio bodegón,/ Al compás de las notas/ Su dicha, el corazón”.




3) El alcohol “devuelve” a la amada

Hemos notado en la lectura de los tangos anteriores, que los motivos en la búsqueda del alcohol tienen por finalidad olvidar o recordar un amor. Y en muchos casos, el deseo produce un efecto contrario al buscado. Aún cuando se anhela olvidar, el recuerdo aparece más acentuado. O bien, en la finalidad de recuerdo, también hay algo de encontrar olvido.

En los ejemplos que veremos a continuación, se repiten estos tópicos en el hombre frente a la copa, pero en una forma más dolorosa, ya que la amada “aparece” en ella. Se corporizan, ya sea la mujer o las imágenes del pasado, adquiriendo forma y presencia, y como en sueños, desfilan junto a la evocación que brinda la bebida.

HISTORIA BREVE: Letra: Cátulo Castillo, Música: Hugo Gutiérrez: “Pero siempre, siempre es mío/ Tu frío,/ Y en los sueños que deslíes/ Te ríes,/ Y en las copas de las mesas/ Me besas,/ Y en el alcohol/ Regresas...
BAR NOCTURNO: Letra y música: Enrique Cadícamo: La sombra es un hollín de soledad que tizna/ En el fondo de mi copa trasnochada/ Se refleja siempre el rostro de mi amada./ (…) Y al mezclarse en el alcohol/ La bebo y al beber, sigo viendo igual/ En el loco frenesí del cabaret/ Sus trajes de soirée que lucía,/ Y al bailar un tango triste y rezongón/Temblaba de emoción”.
FRENTE A UNA COPA: Letra: Elías Santiago Wainer, Música: Francisco Amor: Bebiendo, paso la vida/ De la mañana a la noche,/ Me siento igual que un fantoche/ Frente a este alcohol homicida/ Que asesina mi razón./ (…) A veces frente a una copa/ Veo otra vez sus ojazos,/ La misma risa en su boca/ Y al cristal lo hago pedazos/ Y se esfuma la ilusión…”.
AMARGURA:  Letra: Alfredo Le Pera, Música: Carlos Gardel: “Doliente y abatido, mi vieja herida sangra,/ Bebamos otro trago que yo quiero olvidar,/ Pero estas penas hondas de amor y desengaño,/ Como las yerbas malas son duras de arrancar./ (…) Del fondo de mi copa su imagen me obsesiona,/ Es como una condena, su risa siempre igual,/ Coqueta y despiadada su boca me encadena,/ Se burla hasta la muerte, la ingrata en el cristal”.
¡DÉJAME!: Letra: Ivo Pelay,  Música: Francisco Canaro y Mariano Mores: “La sombra de tus ojos.../ El rojo de tus labios.../ El fuego de tus brazos.../ Se funden en el vino con destellos de puñal/ Inútil es huir/ De tu fascinación”.
DESTELLOS: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco Canaro: Muchas noches de amor me embriagué./ Pero, amigos, ella me olvidó/ Y en el fino cristal de esta copa,/ Me parece que veo la boca/ Que mil veces mi boca besó”.
QUÉ TARDE QUE ES: Letra: Aníbal Marconi,  Música: Osvaldo Sobrero: “Pero no, no puedo, no encuentro palabras/ Y vuelco mi rabia en noches de alcohol./ (…) Qué tarde que es/ La veo entre copas,/ Parece decirme/ Que quiere volver”.
EL CURDELA: Letra: Jorge Alfredo Luque Lobos, Música: Juan Maglio: Y el curdela me llaman todos/ Y no saben que los licores,/ Me hacen ver un rostro de mujer/ Radiante de pasión, en el verde pernod./ Un pernod... sírvame pronto amigo/ Porque quiero sus ojos mirar,/ En el fondo de la copa llena,/ Donde busca mi pena/ Su luz por no llorar./ Un pernod déme que su mirada/ Estoy viendo trágica brillar.../ Esperando besos de mi boca”.
NECESITO OLVIDAR: Letra: Manuel Romero, Música: Rodolfo Sciammarella: Música y fiestas/ Me la recuerdan,/ Baile y bebidas/ Son para peor./ Si ando con copas/ Veo sus ojos,/ Si escucho un tango/ Oigo su voz...”.
MIENTRAS TÚ NO LLEGAS: Letra: Carlos Bahr,  Música: Manuel Sucher: “Y mientras voy bebiendo, voy soñando/ Envuelto tibiamente en el sopor,/ En que con la embriaguez me va atrapando/ Como una telaraña, las nieblas del alcohol./ Y así vuelvo a beber y en cada copa/ La vida vuelve a ser color de rosa,/ No duele la ansiedad y el pensamiento/ Se deja acariciar por tu recuerdo”.

PATOTERO SENTIMENTAL: Letra: Manuel Romero, Música: Manuel Jovés: “Cuando tengo dos copas de más/ En mi pecho comienza a surgir,/ El recuerdo de aquella fiel mujer/ Que me quiso de verdad/ Y yo, ingrato, abandoné”.
UNA COPA MÁS: Letra: Carlos Bahr,  Música: Manuel Ceferino Flores y Fidel Pintos: “Del fondo de una copa pesco sueños/ Afuera, llueve y llueve sin cesar,/ La copa de licor y tu recuerdo/ Me han puesto el corazón sentimental./ Anima el carillón la medianoche/ Y hay algo que le miente a mi ilusión,/ Que estamos frente a frente como entonces/ Brindando por la suerte del amor./ (…) Sigamos corazón, pescando sueños/ Del fondo de una copa de licor,/ Igual que una presencia es el recuerdo/ Y hoy siento que está aquí, junto a los dos”.
HAN PASADO TANTOS AÑOS: Letra: José María Contursi, Música: Gabriel Clausi: “Otra vez vuelven a mí/ Con la brisa nocturnal/ ¡Los reproches del ayer!/ Si las noches se repiten... ¿Ves?/ Con sus lluvias y su cerrazón.../ Qué me importa del final/ Si te tengo siempre aquí.../ Y al alcohol que duele más,/ Más que el tiempo y el rencor/ ¡Y el castigo del silencio de mi soledad!”.
MÁS ALLÁ DE SU DOLOR: Letra: Abel Aznar,  Música: Donato Racciatti: Quiero su recuerdo,/ Siempre junto a mí./ Cómo lo consigo/ Sólo en esta forma,/ Sólo de este modo/ Ella está conmigo,/ Y entre trago y trago/ Puedo darle todo,/ (…) Y que en cada trago/ Es un poco de ella,/ Que me va matando”.
PEDÍ UNA COPA MÁS: Letra: Ernesto Galván,  Música: Lucho Neves: “Dentro de la copa/ En que bebía,/ Vi tu rostro sonreír.../ Mágica visión./ Sueño tan fugaz/ Que me brindó mi corazón,/ Yo me sentí/ Con tu querer./ Pedí una copa más/ Bebí con el licor, ese placer,/ Te tuve entre mis brazos/ Como ayer/ Sin despertar./ Una copa más quiero tomar,/ Y así marearme hasta el final/ Y así soñar./ Una vez más junto a tu boca,/ En el cristal./ Tuyo me sentí, pedí una copa más”.
TAL VEZ SERÁ MI ALCOHOL: Letra: Homero Manzi,  Música: Lucio Demare: “¿Quién pena en el violín?/ ¿Qué voz sentimental?/ Cansada de sufrir/ Se ha puesto a sollozar así.../ Tal vez será su voz/ Aquella que una vez,/ De pronto se apagó.../ Tal vez será mi alcohol/ Tal vez...!/ Su voz no puede ser/ Su voz ya se durmió,/ Tendrán que ser, nomás/ Fantasmas de mi alcohol...”.
MEJOR ES CALLAR: Letra: Nicolás Pellegrini, Música: Hugo Alberto Marozzi: “Yo quise mucho y no pude olvidar/ Busqué en las copas el recuerdo borrar,/ Todo fue en vano, la vi en el cristal/ Que se burlaba de mí, sin piedad”.
DOLOR  MILONGUERO: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Juan Carlos Cobián: Media noche porteña,/ Sol de cabaret en la sala,/ Viste el tango su gala/ Y entre copas, mi alma sueña./ Aquí, solo en mi mesa/ Siento que un recuerdo ha cruzado,/ Y del fondo embrujado/ De esta copa que emborracha,/ Sube el dolor y remacha/ En mi corazón, un amor de ayer”.



4) Beber para calmar el dolor o consolar las penas

Los tangos que hemos recorrido nos hablaban de encontrar el olvido de un amor o el deseo de apagar el sufrimiento que éste ha dejado. Pero en la siguiente categorización, se amplía la temática, ya que “amor” está incluido entre otras penas (frustraciones, desengaños de la vida, desilusiones sociales y personales, etc.).
Desde el psicoanálisis, Freud se refirió a las drogas y al alcohol definiéndolos como "quitapenas", aquellas que permitirían esquivar los límites que la realidad impone y acceder a un mundo que ofrecería mejores condiciones de sensación. Se plantea así la necesidad del hombre de recurrir a aquéllas para poder soportar el dolor que la existencia plantea. El intento en el beber se orientaría a llenar un vacío. El dolor psíquico, intolerable, exigiría en estos sujetos el intento de su cancelación.
Y el tango, ya sea con simplicidad de estilo o con lograda poesía, metáforas mediante, ha pintado estos aspectos como ningún otro género popular.


COPA DE AMARGURA: Letra: Enrique P. Maroni,  Música: Miguel Caló: Tomo para darle consuelo a mi pena,/ Para ir alejando angustias amargas,/ Y ver si la vida, que sabe ser buena/ Me corta las horas tan tristes y largas./ Tomo porque siento un secreto encanto/ Que vuelca en mi alma nuevas ilusiones”.
ESTOY BORRACHA: Letra: Luis Rubistein, Música: Anselmo Alfredo Aieta: “Patrón, eche vino, le asusta mi cara/ Soy fea, muy fea, causo repulsión,/ Por eso es que bebo, el vino me embriaga/ Y calma la llaga de mi corazón./ (…) Busco olvido a mi fealdad en turbio vino/ Ya no quiero ir llorando mis negras penas”.
CUANDO LLORA EL CORAZÓN: Letra: José Fernández Perrusine  Música: Juan Maglio: Qué noche de dolor, hermano,/ No puedo aguantarla más./ Quisiera quemar/ Con veneno, ¡Patrón!,/ Ya que mi corazón cedió./ Pulpero, sirva más caña,/ Que quiero mis penas matar”.
TANGO EN CURDA: Letra: Rodolfo M. Tabeada,  Música: Mariano Mores: “La noche que atormentan/ Los fantasmas del alcohol,/ Y mi canción balurda.../ Ya todo es como el llanto cursilón/ De un bandoneón,/ De un bandoneón en curda.../ (…) Mira! Ahogando en cuatro copas/ Estas ganas de morir,/ Soy tan sólo, un bufón/ Que ni hace sonreír”.
VIEJO CURDA: Letra: José De Grandis,  Música: Guillermo Desiderio Barbieri: “Viejo curda, tiene visto tantas noches,/ Con un vaso entre sus manos temblorosas,/ Meditando, sabe Dios, qué tristes cosas/ Que agobiaban a tu pobre corazón./ (…) Viejo curda, sin quererlo yo he sabido/ Esa causa por la cual te emborrachabas,/ Vieja pena que ambicioso, la ocultabas/ Es que nunca la quisiste divulgar”.
BARRO: Letra: Horacio Basterra,  Música: Osvaldo Pugliese: “Mi juventud la empapo con alcohol/ Quedando mi dolor en calma,/ Quién pensará que traigo al tambalear/ Sereno el corazón y el alma./ Para qué recordar,/ Es mejor olvidar,/ Que siempre fue mi vida toda fango/ Como un tango del arrabal”.
FRENTE AL ESTAÑO:  Letra: Abel Aznar  Música: Manuel Sucher: Usted toma whisky y yo tomo vino,/ Distinto es el gusto, distinto el color,/ Qué importa que tengan un mismo destino/ Llegar hasta el alma y ahogar un dolor./ Usted es de arriba y yo soy de abajo/ Y aquí sólo somos, por una razón,/ Dos hombres vencidos que llevan un tajo/ Abierto en el medio de su corazón./ (…) El mismo color de pena,/ Distinto color de alcohol,/ Con una misma condena,/ En curda de sol a sol”.
CAFETÍN DEL BARRIO POBRE: Letra y música: Sergio Sosa: “Y en el fondo de una copa/ Halla siempre el desgraciado,/ Un minuto de inconsciencia/ Que atempera su dolor./ (…) Yo también, como otros muchos/ Cafetín del barrio pobre,/ Si en el alma hay amargura/ Bebí tinto con tesón./ (…) He buscado como todos En el fondo de una copa,/ Un minuto de inconsciencia/ Que atempere mi dolor”.
LA ÚLTIMA CURDA: Letra: Cátulo Castillo,  Música: Aníbal Troilo: “Un poco de recuerdo y sinsabor/ Gotea tu rezongo lerdo./ Marea tu licor y arrea/ La tropilla de la zurda/ Al volcar la última curda”.
ECHE OTRA CAÑA PULPERO: Letra: Alberto Vacarezza,  Música: Enrique Delfino: “Déjeme a mano el porrón/ Sin mezquinar la partida,/ Quiero ver si en la bebida/ Puedo ahogar el corazón./ Y échela toda patrón/ Que si no puedo pagar,/ Tengo pilchas pa´ empeñar/ Y desde el lazo a las riendas,/ Hasta mis últimas priendas/ Por la caña le he de dar...”.
ESTA NOCHE ME EMBORRACHO: Letra y música: Enrique Santos Discépolo: “Este encuentro me ha hecho tanto mal/ Que si lo pienso más/ Termino envenenao./ Esta noche me emborracho bien,/ Me mamo ¡Bien mamao!/ Pa´ no pensar.
TABERNERO: Letra: Raúl Héctor Costa Olivieri, Música: Miguel Cafre y Fausto Frontera: “Tabernero que idiotizas/ Con tu brebaje de fuego,/ ¡Sigue llenando mi copa!/ Con tu maldito veneno,/ Hasta verme como loco/ Revolcándome en el suelo,/ Sigue llenando mi copa/ Buen amigo tabernero./ (…) Yo quiero matar el alma/ Que idiotiza mi cerebro,/ Muchos se embriagan con vino/ Y otros se embriagan con besos.../ Como ya no tengo amores/ Y los que tuve murieron,/ Placer encuentro en el vino/ Que me brinda el tabernero”.
 El último brindis: Letra y música: Isidro E. Yomha: “Unos brindan por su suerte/ Otros brindan por amores, / Yo brindo por mis dolores/ Que es mi modo de olvidar”.
CAÑA: Letra: Enrique A. Esviza y Julián Araujo, Música: Enrique A. N. Mónaco: “Dicen que soy un perdido.../ Que llevo el paso cambiado.../ Dicen que voy extraviado.../... Pero no saben por qué.../ Si hoy amanezco mareado/ Y hago reír a la gente,/ Es por borrar de la mente/ La angustia que hay en mi ser./ (…) ¡Caña...!/ Con tu líquido que quema,/ Voy arrastrando mis penas/ Y soportando el dolor...”.
DE CAFÉ EN CAFÉ: Letra y música: Edgar Spinassi: “Siento cuando llevo, mi hastío y mi sed/ A la urgente copa de alcohol, que mi herida,/ Se me ha hecho más honda, se me ha hecho más mía/ Desde que ando solo, de café en café”.
COPA DE AJENJO: Letra: Carlos Pesce, Música: Juan Canaro: “Y en esta copa de ajenjo/ En vano pretendo mis penas ahogar./ Suena tango compañero,/ Suena que quiero llorar”.
PULPERO, SIRVA OTRA VUELTA: Letra: Man Kenn, Música: Hermes Peressini: “Quiero que tomen un trago/ Y me acompañen en mi dolor./ Con la ginebra se ahogan las penas/ Y uno se olvida del corazón”.
DOLOR  MILONGUERO: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Juan Carlos Cobián: Quiero beber y al beber hundir/ Este dolor milonguero,/ Ven, bailarina a mi mesa/ Que tengo tristeza,/ Por una mujer./ (…) Ven a embriagarte, yo te invito/ Tal vez también tengas tus penas”.
DESTELLOS: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco Canaro: Para ahogar hondas penas que tengo/ Que me matan y que no se van,/ Yo levanto temblando en mis manos/ Esta copa de rubio champán”.
MUCHACHOS, ME VOY: Letra: Carlos V. G. Flores,  Música: Agustín Magaldi – Pedro Noda: Bueno, muchachos, me voy,/ Pero antes de mi partida,/ Quiero aturdir mi amargura/ En el fragor de esta orgía./  (…) Por eso, muchachos/ Bebamos que quiero,/ Matar esa pena/ Que siento en mi ser”.
EL VINO TRISTE: Letra: Manuel Romero, Música: Juan D´Arienzo: “Amigos... cuando se tiene un pesar/ Dentro del corazón, no se puede evitar,/ Que el vino se vuelva pesado y llorón/ Como el triste aletear de mi canción./ (…) Y no saben ellos que no es la bebida/ Si no que me faltan el aire y la luz,/ Que en el alma llevo sangrando una herida/ Y voy por la vida... cargando mi cruz”.
CHE, BANDONEÓN: Letra: Homero Manzi,  Música: Aníbal Troilo: “Copa a copa, pena a pena, tango a tango,/ Embalado en la locura/ Del alcohol y la amargura./ (…) Y esas ganas tremendas de llorar/ Que a veces nos inundan sin razón,/ Y el trago de licor, que obliga a recordar/ Si el alma está en “orsay”, che, bandoneón”.
PENSALO MUCHACHO: Letra: Mario José Bellini, Música: Roberto Zerrillo y Orestes Cúfaro: Hacés bien en seguir la caravana/ Que en la vida más vale sobrar,/ Que doblarse vencido a la pena/ Piantá la tristeza, ponete un disfraz./ Y tirá el corazón a los perros/ Y de un trago las penas ahogá”.
TRAIGA OTRA CAÑA: Letra y música: Antonio Scatasso: “Traiga otra caña con pimienta/ Para un hombre que lloró,/ Para poder ir ahogando/ Las penas que siento yo./ Traiga caña, mucha caña/ Que pa´ mí todo acabó”.
SIN EMBARGO NO ESTOY  TRISTE: Letra: Leopoldo Torres Ríos, Música: Rodolfo Sciammarella: Larga noche de neblina, salgo a vagar por las calles/ A encontrarme con recuerdos, de los malos y los buenos,/ Te juro que no estoy triste7 Por cada copa de más, tengo una pena de menos”.
LLORÁ HERMANO: Letra: Augusto Espinosa, Música: Enrique Lomito: “Yo también quisiera/ Con ellos llorar,/ Todos mis pesares/ Los que con las copas/ Busco ahora matar./ Quiero aturdirme/ Para olvidar,/ Matando las penas/ Entre la milonga,/ Los tangos y el “champán”.
LLORÉ COMO UN PIBE: Letra: José Lorenzo Davico, Música: Adolfo Iglesias: Perdonen muchachos, si vengo borracho/ No es mi costumbre el tomar de más,/ Es una amargura que tengo aquí adentro/ Y de alguna forma la quiero quemar”.
 LA ÚLTIMA COPA: Letra: Juan Andrés Caruso,  Música: Francisco Canaro: “Eche amigo, nomás, écheme y llene/ Hasta el borde la copa de champán,/ Que esta noche de farra y alegría/ El dolor que hay en mi alma quiero ahogar./ (…) Eche, mozo, más champán/ Que todo mi dolor/ Bebiendo lo he de ahogar...”.


5) El alcohol no alcanza para matar las penas de amor

En la búsqueda de dejar de sufrir, en ese deseo para encontrar un paliativo o acabar con un dolor, aparece la imposibilidad de lograrlo. El alcohol no alcanza, no es suficiente para quitar las penas del corazón. Y se verá, en los tangos de este grupo, que es engañosa la ayuda que se buscó en las copas.

PENA, COPA Y TANGO: Letra: Manuel Núñez Díaz,  Música: José Basso: “Vana pretensión la de olvidarte,/ Si mi afán por recordarte/ Encurdeló mi corazón./ Burda pantomima del alcohol/ Embriagado y terco en su cristal./ Interrogante en el camino/ Pausa breve, letra roja,/ De mi destino”.
MI FLOR DE NOCHE: Letra: Silvio Marinucci y Lito Bayardo, Música: Vicente Demarco: “Vamos muchachos... otra vuelta!/ Que mi alma está contenta/ Y yo quiero olvidar.
Todos conocen la mentira/ De esta falsa alegría/ Que en copas quiero ahogar”.
NOSTALGIAS: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Juan Carlos Cobián: Quiero emborrachar mi corazón/ Para apagar un loco amor/ Que más que amor es un sufrir.../ (…) Quiero por los dos mi copa alzar/ Para olvidar mi obstinación.../ Y más la vuelvo a recordar”.
DEJALA QUE SIGA: Letra: Ray Rada,  Música: Edgardo Donato: “Que noche tan negra, qué triste y qué larga/ No pude en la copa dormir mi dolor,/ La caña no es dulce, la caña es amarga/ La caña no mata las penas de amor”.
AMARGURA: Letra: Alfredo Le Pera, Música: Carlos Gardel: “Doliente y abatido, mi vieja herida sangra,/ Bebamos otro trago que yo quiero olvidar,/ Pero estas penas hondas de amor y desengaño,/ Como las yerbas malas son duras de arrancar”.
BEBIENDO PARA OLVIDAR: Letra y música: Aníbal Marconi: “Patrón, sirva nomás, no tenga miedo/ Me encurdo y, despacito como entré,/ Me voy sin hacer lío, sólo quiero/ Beber hasta mentirme que todo lo olvidé”.
DESTELLOS: Letra: Juan Andrés Caruso, Música: Francisco Canaro: En mi alma quedaron destellos/ De ese amor que no se irá jamás,/ Pues, por más que lo intento, no puedo/ Esa luz que me quema, apagar./ Si esta noche borracho me ven/ A mí mismo me quiero engañar,/ Y es por eso que, amigos, invito/ Bebamos, me quiero aturdir con champán”.
FANTASMA: Letra: Cátulo Castillo,  Música: Enrique Delfino: Sombras que acompañan tu reproche/ Me nublan, para siempre, el corazón.../ Olvidos que se encienden en la noche/ Agotan en alcohol, mi desesperación”.

ESTA NOCHE DE COPAS: Letra: José María Contursi, Música: Juan Carlos Howard: “Esta noche de copas, amigos/ Tengo ganas de echarme a llorar,/ Me lastiman las notas del tango/ Que muerde mis penas en este lugar./ El alcohol no consigue alejarme/ De sus ojos y mi soledad,/ Esta noche de copas, amigos/ Me aturden las ganas de echarme a llorar”.
FRENTE A UNA COPA: Letra: Elías Santiago Wainer, Música: Francisco Amor: Me emborrachó de ilusión/ Una mujer que fue mi vida,/ Y hoy que la siento perdida/ Se agranda mi herida/ Que nunca la olvida/ Ni con alcohol”.
HAN PASADO TANTOS AÑOS: Letra: José María Contursi, Música: Gabriel Clausi: “Otra vez vuelven a mí/ Con la brisa nocturnal/ ¡Los reproches del ayer!/ Si las noches se repiten... ¿Ves?/ (…) Si te tengo siempre aquí.../ Y al alcohol que duele más,/ Más que el tiempo y el rencor/ ¡Y el castigo del silencio de mi soledad!”.
NO CREAS: Letra: Luis Castiñeira,  Música: Benjamín Holgado Barrio: ¡Rodar!,/ Yo también quise rodar,/ Porque rodando creí/ Que era fácil olvidar./ Después,/ Con la pena del adiós,/ Cuántas copas apuré/ Y el olvido no llegó”.
NO TE APURES, CARABLANCA: Letra: Carlos Bahr,  Música: Roberto Garza: “Caña en la pena/ Llama que me abrasa,/ Mal que no remedia/ Pena que se agranda./ Siempre lo mismo:/ Voy, para olvidarla/ Y entre caña y caña/ La recuerdo más”.
SEÑOR: Letra: Francisco Brancatti, Música: Enrique Maciel: “El alcohol no me adormece/ El recuerdo de la ingrata,/ Ese vicio nunca mata/ La tormenta que desata/ El volcán de una traición”.


III) Las mujeres y el alcohol

En este grupo, aparece el alcohol en el ámbito femenino. Podremos observar cómo esta asociación habla prácticamente de un estilo de vida, donde la mujer que bebe, pertenece al “mundo de la noche” o a la “mala vida”. Mujer en este caso, contrapartida de aquella “muchachita de barrio” o a la noviecita de otros tiempos. El champán será el protagonista de este destino “fatal”, ya que dentro de las categorías de las bebidas, es símbolo de un nivel social alto, frívolo o simplemente festivo.

De todas maneras, seguirá en estos tangos la esencia temática ya vista, donde el alcohol representa el medio propicio para aturdirse, o poner un velo a la verdad de un presente que es difícil sobrellevar o que no se quiere admitir.

MALENA: Letra: Homero Manzi,  Música: Lucio Demare: “Tal vez, allá en la infancia, su voz de alondra/ Tomó ese tono oscuro de callejón.../ O acaso aquel romance, que solo nombra/ Cuando se pone triste con el alcohol”.
PASIÓN MILONGUERA: Letra: Rafael Anselmo D´Agostino, Música: Ángel D´Agostino: “Del suburbio eras la mina más preciada/ Tu chamuyo chalaba al caburé,/ Cuando tu mishé, al verte encordelada/ Y por su vento mareada/ Te engrupió pa´ l cabaret”.
QUIEN MÁS... QUIEN MENOS: Letra y música: Enrique Santos Discépolo: “Te vi saltar sobre el mantel/ Gritando una canción,/ Y obscena y cruel/ En tu embriaguez,/ Ya sin control/ Mostrar muerta de risa/ Al cabaret, tu desnudez./ Bizca de alcohol/ Pisoteando al zapatear,/ Entre los vidrios/ Tu ilusión...”.
DEL AMBIENTE: Letra y música: Enrique Cadícamo: “Que en los rondines nocheros/ Siempre vos sos la primera,/ En llevar la delantera/ En los locos “rendez vous”./ Y entre champán y placeres/ Tus ojeras van diciendo:/ “Seguí nomás engrupiendo/ ya te ha de pesar la cruz...”.
ESTOY BORRACHA: Letra: Luis Rubistein, Música: Anselmo Alfredo Aieta: “Patrón, eche vino, le asusta mi cara/ Soy fea, muy fea, causo repulsión,/ Por eso es que bebo, el vino me embriaga/ Y calma la llaga de mi corazón./ No se asombre si me ve en este estado/ Es cierto, estoy borracha y qué hay con eso,/ O acaso porque soy mujer no puedo/ Embriagarme en la ilusión de muchos besos./ Busco olvido a mi fealdad en turbio vino/ Ya no quiero ir llorando mis negras penas”.
CARMÍN: Letra: Marsilio Robles, Música: Víctor Buchito: “Y hoy no mirás atrás/ Porque en tu risa cruel,/ Cien noches sin final/ Hieren tu boca./ Por eso te aturdís/ Con música y champán,/ Buscando destrozar/ Tu vida loca”.
GRISETA: Letra: José González Castillo, Música: Enrique Delfino: Y una noche de champán y de cocó/ Al arrullo funeral de un bandoneón,/ Pobrecita, se durmió/ Lo mismo que Mimí,/ Lo mismo que Manón”.CARNE DE CABARET: Letra: Luis Roldán, Música: Pacífico Víctor Lambertucci: “Pobre percanta que pasa su vida/ Entre la farra, milonga y champán,/ Que lleva enferma su almita perdida/ Que cayó en garras de un torpe bacán,/ Comprendiendo al fin su berretín/ Y una noche que se encurdeló/ Sus penas entregó a un rubio copetín”.
CHAMPAGNE TANGÓ (c. 1914): Letra: Nicolás Rancales, Música: Manuel Gregorio Aróztegui: “Nadie quiere el conventillo/ Ni ser pobre costurera,/ Ni tampoco andar fulera.../ Sólo quieren aparentar./ Ser querida de un fulano/ Y que tenga mucho vento,/ Le alquile un departamento/ Y la lleve p´al “Pigal”./ (…) Y así... de esta manera/ En donde quiera/ Champán tangó”.

LOS MAREADOS: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Juan Carlos Cobián: “Rara. Como encendida/ Te hallé bebiendo, linda y fatal./ Bebías, y en el fragor del champán/ Loca, reías, por no llorar./ Pena me dio encontrarte/ Pues al mirarte yo vi brillar,/ Tus ojos con un eléctrico ardor/ Tus bellos ojos que tanto adoré...”.
CALLEJERA: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Fausto Frontera: “Y esos trajes que empilchás/ No concuerdan con tu cuna,/ Pobre mina pelandruna/ Hecha de seda y percal./ En fina copa ´e cristal/ Hoy tomás ricos licores,/ Y entre tantos resplandores/ Se encandiló tu arrabal...”.
LO QUE FUISTE: Letra: Francisco García Jiménez, Música: Rafael Tuegols: “Hoy sos una percanta que por la vida rueda/ Tus risas y tus penas cual piedras falsas van,/ Desparramando audaces, un brillo que fascina/ En noches de morfina, de póker y champán”.
POR ÚLTIMA VEZ: Letra: Francisco Bohígas, Música: Carlos Pibernat Arús: Entre el lujo, la risa y el tango/ Tu alma miente un placer que es fatal,/ Se atormenta tu vida en el fango/ Te falta cariño, te sobra champán”.
ADIÓS, CHANTECLER: Letra y música: Enrique Cadícamo: “Entre aquellas rojas cortinas de pana/ De tus palcos altos que ahora no están,/ Se asomaba siempre Madama Ritana/ Cubierta de alhajas, bebiendo champán./ En las noches bravas en que el tango era un rito/ Y el alcohol ponía los ojos brillosos”.
DE MI BARRIO: Letra y música: Roberto Emilio Goyeneche: “Y es por eso que mi vida se desliza/ Entre el tango y el champán del cabaret,/ Mi dolor se confunde en mi risa/ Porque a reír mi dolor me acostumbré./ Y si encuentro algún otario que pretenda/ Por el oro mis amores conseguir,/ Yo lo dejo sin un cobre pa´ que aprenda/ Y me pague lo que aquel me hizo sufrir”.
MUÑECA BRAVA: Letra: Enrique Cadícamo,  Música: Luis Visca: “Che, madam, que parlás en francés/Y tirás ventolín a dos manos,/ Que escabiás copetín bien frapé/ Y tenés gigoló bien bacán. (…)/ Escurrí tu dolor y reí.../ Meta champán, que la vida se te escapa/ Muñeca brava, flor de pecado,/ Cuando llegués al final de tu carrera/ Tus primaveras verás languidecer”.


Corriéndole un telón al corazón…


Hoy dimos un largo paseo. Los numerosos ejemplos dan cuenta que la alusión al alcohol en las letras de los tangos es notoria. Y es lógico… Un género que muestra en sus personajes una sensibilidad aguda con toques de nostalgias, no puede carecer de este líquido elemento que desde los comienzos de la humanidad fue el facilitador de un atajo a quien quisiera encontrarlo. Un salvavidas con distintos fines, como hemos visto. Desde la búsqueda de diversión, alegría y festejo social, hasta el deseo de aturdirse, para eliminar pensamientos y sentimientos dolorosos, el alcohol juega un rol importante entre los personajes principales de la escena tanguera.


En ocasiones con versos maravillosamente logrados y en otras rebosantes de simplicidad estilística, los tangos nos hablan una vez más del drama humano de todos los tiempos y espacios. La búsqueda de la felicidad y la manera de encontrar los medios para alcanzarla.
El alcohol, como las drogas, constituye un recurso para la estabilidad emocional, pero que encuentra su límite en el hecho mismo de ser una oferta de goce y que, por lo tanto, estará siempre marcada por la temporalidad y la finitud. Es la promesa, es el flash. La esperanza de acabar totalmente con el sufrimiento, se ve decepcionada por esta finitud del estado embriagador. Y al volver al estado de lucidez, al reencontrarse, el hombre padece la necesidad de continuar su “sermón de vino” una y otra vez.

El que bebe, como en un teatro, busca ser otro. Juega un papel en cada función al estar frente a una copa. Por eso quiero finalizar la página de hoy con unos versos de ese enorme tango de Cátulo Castillo, “La última curda” (1956). Ese adjetivo “última” habla a las claras de detener el sufrimiento “corriéndole un telón al corazón”. 

¡Ya sé, no me digás! ¡Tenés razón!
La vida es una herida absurda,
y es todo tan fugaz
que es una curda, ¡nada más!
mi confesión.
La curda sería una vez más el camino para que esa herida absurda, que es la vida, no duela tanto.


Por Mónica Matar